Atrás La proteína Klotho: una puerta a nuevas perspectivas sobre el envejecimiento humano

La proteína Klotho: una puerta a nuevas perspectivas sobre el envejecimiento humano

Descubierta en 1997, la proteína Klotho actúa como una hormona antienvejecimiento con efectos positivos en la salud renal, cognitiva y celular. Te contamos cómo aumentarla de forma natural.

manos envejecidas

Escrito porRedacción MF

Publicado: 27 enero 2025

El envejecimiento es un proceso biológico inevitable, pero se siguen haciendo descubrimientos fascinantes que podrían ayudar a entenderlo mejor y a intentar ralentizarlo, en medida de lo posible. En este contexto, la proteína Klotho ha captado la atención de investigadores y profesionales de la salud como un factor clave en los mecanismos antienvejecimiento. Sin embargo, hay que ser precavido porque también se ha convertido en un ámbito en el que las pseudociencias intentan hacer negocio ofreciendo falsas promesas de juventud eterna.

La proteína Klotho fue descubierta en 1997 por el patólogo Makoto Kuro-o, quien estudió ratones que envejecían rápidamente debido a la ausencia de esta proteína. Se observó que era una molécula presente en la membrana celular y en la circulación sanguínea, con propiedades que actúan como una hormona antienvejecimiento. Su nombre, derivado de Cloto, la diosa griega que hilaba el destino, refleja su relación con los procesos de la vida y el envejecimiento.

Klotho y su papel en la salud

Las funciones de Klotho en el organismo son diversas e importantes. Entre ellas, destaca su influencia en la regulación del metabolismo del fósforo y sus propiedades antioxidantes. Estas propiedades tienen un impacto significativo en el envejecimiento celular, especialmente en tejidos sensibles como los de los riñones y las neuronas.

Se ha observado que las células renales son responsables de secretar Klotho, y los niveles de esta proteína disminuyen en pacientes con enfermedades renales crónicas. Estos pacientes experimentan un envejecimiento acelerado y una menor esperanza de vida en comparación con la población general. Por otro lado, niveles elevados de Klotho se asocian con beneficios en la salud cognitiva y la longevidad.

Evidencia en humanos

En 2014, la profesora Dena Dubal lideró un estudio con más de 700 personas entre 52 y 85 años. Los resultados revelaron que aquellos con niveles más altos de Klotho mostraron mejores resultados en pruebas de memoria y pensamiento.

Aunque se nace con niveles significativamente altos de esta proteína, su cantidad va disminuyendo con la edad, lo que refuerza su papel en el envejecimiento.

En estudios con primates, se administraron dosis controladas de Klotho, observándose beneficios en la función cognitiva y celular. Sin embargo, aún no se ha logrado estabilizar esta proteína en una formulación apta para el consumo humano. De desarrollarse, sería más probable que se administre en forma de inyecciones.

Incrementar Klotho de forma natural

Aunque no existe un suplemento o fármaco aprobado que permita aumentar directamente los niveles de Klotho, se ha comprobado que ciertas prácticas pueden potenciar su producción. El ejercicio físico, especialmente el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT), es una de las estrategias más efectivas. Este tipo de entrenamiento, que incluye ejercicios como sentadillas, planchas o zancadas, no requiere equipamiento complejo y puede realizarse en sesiones de menos de 20 minutos.

Además, una dieta equilibrada también juega un papel importante. Algunos alimentos, aunque no actúan directamente sobre Klotho, favorecen la salud general y optimizan los procesos metabólicos relacionados con esta proteína.

El conocimiento sobre Klotho podría marcar un antes y un después en el tratamiento de enfermedades crónicas y el cuidado de la salud en general. Mientras tanto, fomentar hábitos saludables sigue siendo la mejor estrategia para un envejecimiento más pleno y activo.

Es importante aclarar que, pese a los avances en la investigación, no existen soluciones mágicas ni tratamientos definitivos para revertir el envejecimiento. Esta área se ha convertido en un terreno fértil para las pseudociencias, que promueven productos milagrosos basados en promesas infundadas. Como profesionales de la salud, debemos ser críticos y fomentar la educación científica para evitar la desinformación.