Descubren las dos etapas clave de la vida donde se produce la mayor parte del envejecimiento
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Descubren las dos etapas clave de la vida donde se produce la mayor parte del envejecimiento
Siempre se ha pensado que el envejecimiento es un proceso gradual, pero un estudio ha descubierto que hay dos etapas en la vida donde se producen los principales cambios moleculares que causan la decadencia biológica.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 18 septiembre 2024
El envejecimiento es un proceso natural que ocurre en todas las personas, aunque ocurre durante todo el proceso de la vida, es mucho más evidente a partir de cierta edad, donde empiezan a aparecer señales físicas y de salud que indican los cambios. Canas, arrugas y pequeños achaques de salud son los principales cambios que se producen, sin embargo, son muchos más, aunque se producen a nivel celular.
Aunque siempre se ha pensado que era un proceso gradual, un nuevo estudio de la Stanford Medicine, publicado en Nature Aging, ha revelado que el envejecimiento se produce en dos etapas clave durante la vida, que se producen entre los 40 y los 60 años. Esto se debe a profundos cambios en las moléculas del cuerpo y en los microorganismos que lo habitan.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores, analizaron los biomarcadores (como el ARN y proteínas implicadas en los cambios biológicos) en personas de entre 25 y 75 años, todo ello en intervalos de cinco años. Los resultados mostraron que los cambios más significativos ocurren en dos momentos concretos de la vida: a mediados de los 40 años y a principio de los 60 años.
Cambios principales encontrados a los 40 y a los 60 años
El estudio, que evaluó más de 135.000 características biológicas en 108 personas, encontró que aproximadamente el 81% de los biomarcadores analizados presentó cambios importantes en edades específicas, desmintiendo así la creencia de que el envejecimiento es un proceso gradual. Solo el 7% de los marcadores analizados mostró un cambio progresivo y constante a lo largo del tiempo.
Según la investigación, entre los 40 y 45 años se observan cambios notables en áreas críticas como el metabolismo de sustancias comunes, como el alcohol, la cafeína o las grasas, y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, se encontró un deterioro en las moléculas que intervienen en la piel, causando una pérdida de elasticidad y estructura, lo que acaba causando la aparición de arrugas. En esta misma etapa también se observó una mayor desregulación de los niveles de plaquetas y proteínas relacionadas con la coagulación sanguínea, lo que podría aumentar el riesgo de problemas cardíacos.
Por otro lado, en los primeros años tras cumplir 60, los cambios moleculares son aún más notables, con una reducción notable en la eficiencia del metabolismo de grasas y cafeína, y una reducción en la biosíntesis de grasas insaturadas. Los participantes del estudio también mostraron señales de una mayor resistencia a la insulina, una función renal más débil y un aumento de los niveles de citocinas, una señal que indica que el sistema inmunológico empieza a perder fuerza.
Implicaciones del estudio en la práctica farmacéutica
Estos hallazgos también pueden ser clave para determinar la actuación de los farmacéuticos, que deben conocer que estos cambios metabólicos y moleculares ocurren en estos momentos críticos del envejecimiento para poder así actuar en consecuencia dentro del mostrador.
Por ejemplo, el metabolismo de los lípidos se ve alterado alrededor de los 40 años, por lo que los farmacéuticos podrían recomendar a sus pacientes reducir el consumo de alimentos ricos en grasas y controlar los niveles de colesterol. A los 60 años, sugerir un seguimiento de la función renal y fomentar una mayor ingesta de líquidos podría ser una medida preventiva importante.
Además, dado que los cambios en la respuesta inmune son más evidentes en la sexta década de la vida, los farmacéuticos podrían desempeñar un papel clave en la promoción de hábitos que ayuden a mantener la salud cardíaca.
Personalización de la salud a través de la genómica
Uno de los aspectos más innovadores que ha presentado el estudio es la posibilidad de personalizar las recomendaciones de salud según los perfiles de envejecimiento concretos de cada individuo. El autor principal del estudio, Michael Snyder, ha declarado que comprender estos patrones biológicos ayudará a actuar de manera más precisa en la salud de las personas a medida que envejecen, superando el enfoque tradicional que recomienda hacer más ejercicio o comer mejor.
Este enfoque basado en la genómica y el análisis detallado de biomarcadores representa un avance hacia la medicina personalizada, donde los profesionales de la salud, incluidos los farmacéuticos, podrán ofrecer orientaciones basadas en las necesidades únicas de cada paciente, en lugar de seguir recomendaciones genéricas.