Atrás Picaduras de insectos en verano: cómo prevenirlas, aliviarlas y proteger la piel

Picaduras de insectos en verano: cómo prevenirlas, aliviarlas y proteger la piel

Con la llegada del calor, los planes al aire libre se multiplican y también las picaduras de insectos. Te contamos qué recomendaciones dar para prevenir, tratar y protegerse eficazmente de estos pequeños invasores.

Picaduras de mosquitos en un brazo

Escrito porRedacción MF

Publicado: 10 junio 2025

Durante el verano aumenta la temperatura, llevamos más partes del cuerpo al aire y solemos estar más expuestos en espacios abiertos lo que hace que las picaduras de insectos sean mucho más habituales. Mosquitos, abejas, avispas y otros artrópodos se convierten en una fuente habitual de consultas en la farmacia.

Además de ser muy molestas, las picaduras pueden desencadenar reacciones cutáneas que varían según el insecto, desde leves habones o picor, hasta reacciones alérgicas graves con riesgo para la vida. Como sanitarios más cercanos y accesibles, los farmacéuticos deben saber identificarlas y ofrecer la solución más adecuada en cada caso.

¿Cómo pican los insectos más comunes?

  • Mosquitos y tábanos: succionan sangre y su saliva genera una respuesta inmunitaria que se traduce en picor, enrojecimiento e hinchazón.
  • Abejas y avispas: inyectan veneno mediante un aguijón. Las picaduras pueden provocar desde dolor local hasta reacciones alérgicas graves que desencadenan desde problemas para respirar y pérdida de conciencia, hasta riesgo de muerte.
  • Arañas: sus mordeduras introducen veneno, causando inflamación, enrojecimiento y, en ocasiones, fiebre o malestar general.
  • Garrapatas: se adhieren a la piel y pueden transmitir enfermedades sin causar molestias inmediatas. La extracción completa debe hacerse con pinzas y mucho cuidado.

Claves para prevenir picaduras

La prevención es fundamental. Desde la farmacia, podemos recomendar medidas sencillas pero eficaces:

  • Evitar zonas de alta densidad de insectos, como áreas húmedas al amanecer o anochecer.
  • Usar ropa protectora: prendas de manga larga y colores neutros.
  • Prescindir de perfumes intensos, que atraen a muchos insectos.
  • Aplicar repelentes adecuados a cada edad y tipo de piel, con fórmulas específicas para niños, pieles sensibles o entornos tropicales.

Cómo actuar tras una picadura

Cuando la prevención no ha sido suficiente, desde el mostrador debemos saber cómo actuar:

  • Picaduras de mosquitos y tábanos: Aplicar frío local (hielo envuelto en tela para evitar quemaduras), lavar con agua y jabón y utilizar productos calmantes. Es fundamental evitar rascarse para no agravar la lesión ni provocar infecciones.
  • Picaduras de abejas y avispas: En el caso de las abejas, es necesario retirar el aguijón con una pinza o raspándolo suavemente, sin apretarlo para no liberar más veneno. Aplicar frío local y observar posibles síntomas de alergia (dificultad para respirar, urticaria generalizada, mareo...). En caso de reacción alérgica, derivar inmediatamente a un centro médico.
  • Mordeduras de arañas: Lavar bien la zona y aplicar frío para reducir la inflamación. Si la hinchazón o el dolor empeoran, o aparecen síntomas como fiebre o vómitos, se debe consultar al médico. Algunas especies pueden provocar efectos sistémicos.
  • Garrapatas: Deben retirarse con pinzas de punta fina, sujetando lo más cerca posible de la piel y extrayéndola con un movimiento recto, sin girar. Es importante asegurarse de que se retira completamente, incluyendo la cabeza. Después hay que desinfectar bien la zona y observar en días posteriores la aparición de fiebre, eritemas o malestar general.

En todos los casos, se debe desalentar el uso de remedios caseros y evitar la automedicación. Ante cualquier signo de reacción sistémica, se debe derivar al paciente a un servicio de urgencias. Además, es importante recordar que tras una picadura, especialmente si ha dejado marca, se debe proteger la zona con fotoprotectores específicos para piel sensibilizada, con el fin de evitar hiperpigmentaciones.