Atrás Descubren una nueva estrategia para prevenir la cardiotoxicidad en pacientes con cáncer

Descubren una nueva estrategia para prevenir la cardiotoxicidad en pacientes con cáncer

Investigadores del CNIC descubren que la empagliflozina, un inhibidor de SGLT2, puede proteger el corazón de los efectos adversos de las antraciclinas.

Descubren una nueva estrategia para prevenir la cardiotoxicidad en pacientes con cáncer

Escrito porRedacción MF

Publicado: 12 febrero 2025

Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha identificado una nueva estrategia para prevenir el daño cardíaco en pacientes oncológicos tratados con antraciclinas, un grupo de fármacos ampliamente utilizado en quimioterapia. Publicada en la revista JACC: CardioOncology, la investigación demuestra que un fármaco empleado para tratar la diabetes tipo 2 podría ser clave para evitar la insuficiencia cardíaca en estos pacientes.

El problema de la cardiotoxicidad en la quimioterapia

Las antraciclinas son fármacos esenciales en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, pero su uso conlleva un riesgo significativo: hasta un 5% de los pacientes desarrollan insuficiencia cardíaca debido a la toxicidad acumulativa sobre el músculo del corazón. A pesar de que este problema es conocido desde hace décadas, hasta ahora no existía un tratamiento eficaz para prevenir este daño.

Según los investigadores, el desarrollo de insuficiencia cardíaca en pacientes con cáncer tratados con antraciclinas sigue siendo un problema sin solución. De esta manera, este estudio abre una vía para proteger el corazón sin comprometer la eficacia de la quimioterapia.

El fármaco utilizado mejora el metabolismo del músculo cardíaco, permitiéndole generar más energía

El equipo del CNIC ha probado con éxito en modelos experimentales un tratamiento que preserva la función del corazón y reduce el daño celular inducido por la quimioterapia. El fármaco utilizado, que ya está aprobado para la diabetes tipo 2, mejora el metabolismo del músculo cardíaco, permitiéndole generar más energía y resistir mejor los efectos tóxicos de las antraciclinas.

A través de técnicas avanzadas como la resonancia magnética cardíaca, los investigadores comprobaron que este enfoque protege el músculo del corazón y mantiene su capacidad de bombeo. “El uso de tecnologías de imagen avanzadas nos ha permitido evaluar en profundidad el impacto del tratamiento y confirmar su eficacia”, señala el Dr. Valentín Fuster, director general del CNIC y coautor del estudio.

Además de preservar la función cardíaca, el tratamiento previene alteraciones estructurales en las células del corazón, como la atrofia celular y el daño al ADN.

El trabajo ha sido financiado por la Comisión Europea (CE), el Ministerio de Ciencia e Innovación de España y la Comunidad de Madrid, con el objetivo de trasladar los hallazgos a ensayos clínicos en pacientes.

Este descubrimiento representa un avance significativo en la protección cardíaca de los pacientes con cáncer, ofreciendo una posible solución a un problema que afecta a miles de personas en tratamiento oncológico. Los investigadores confían en que este enfoque pueda integrarse pronto en la práctica clínica y mejorar la calidad de vida de los pacientes.