Atrás Los genes influyen hasta un 50% en el riesgo de depresión

Los genes influyen hasta un 50% en el riesgo de depresión

Investigaciones recientes confirman que la predisposición genética puede triplicar el riesgo de desarrollar depresión en algunos casos.

Los genes influyen hasta un 50% en el riesgo de depresión

Escrito porRedacción MF

Publicado: 13 febrero 2025

Las investigaciones sobre la depresión han confirmado que la genética influye considerablemente en el riesgo de padecer este trastorno, una de las principales causas de discapacidad en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, la Encuesta Europea de Salud 2020 estima que el 5,4% de la población padece síntomas depresivos, lo que convierte a esta enfermedad en un importante desafío de salud pública.

Según indican desde el Centro de Investigación en Red de Salud Mental (Cibersam), el riesgo de sufrir depresión se triplica en personas con antecedentes familiares de primer grado. Estudios genéticos internacionales indican que entre el 30% y el 50% del riesgo de desarrollar este trastorno está influido por factores hereditarios.

Un importante avance en este ámbito fue el publicado en Nature Genetics, donde investigadores analizaron datos genéticos de casi un millón de personas. El estudio identificó más de 350 genes asociados con la depresión. Estos genes están implicados en procesos biológicos clave, como la regulación de neurotransmisores, que influyen en el equilibrio emocional. Aunque el impacto de cada gen individual es pequeño, su acción combinada puede aumentar considerablemente el riesgo de padecer este trastorno.

Entre el 30% y el 50% del riesgo de desarrollar depresión está influido por factores hereditarios, sugieren estudios genéticos internacionales

No obstante, los factores ambientales siguen siendo determinantes. Experiencias como el maltrato en la infancia, el estrés laboral o la pérdida de seres queridos pueden activar la vulnerabilidad genética. Los expertos explican que estos factores externos actúan como desencadenantes en personas predispuestas. Esto pone de relieve la interacción constante entre genética y entorno en el desarrollo de la depresión.

La prevención basada en hábitos de vida saludables puede ayudar a reducir el riesgo. Entre las recomendaciones se encuentran mantener una adecuada higiene del sueño, evitar el consumo excesivo de sustancias como el alcohol, realizar ejercicio físico y aprender a manejar el estrés. Estas medidas pueden minimizar el impacto de los factores de riesgo genéticos y mejorar el bienestar mental.

Así, la depresión es el resultado de la interacción entre predisposición genética y factores ambientales. Aunque los estudios han avanzado en la identificación de genes relacionados con la enfermedad, el entorno y las experiencias personales siguen siendo componentes fundamentales en su desarrollo. Por este motivo, las estrategias de prevención y tratamiento deben tener en cuenta ambos aspectos para mejorar el manejo de este trastorno.