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El papel del farmacéutico en el abordaje de la salud mental

El farmacéutico juega un papel importante en el ámbito de la salud mental, que va desde la detección precoz de trastornos hasta el seguimiento y educación sobre el uso adecuado de medicación.

Farmacéutico apoyando a paciente

Escrito porRedacción MF

Publicado: 30 septiembre 2024

Cada vez se está dando más visibilidad a todo lo relacionado con la salud mental, un tema que se ha convertido en una preocupación creciente a nivel mundial. Trastornos como la ansiedad y la depresión son cada vez más comunes en la sociedad, afectando a la calidad de vida de los pacientes. 

En este contexto, el farmacéutico comunitario tiene un papel muy importante en la atención de los pacientes que acuden a la farmacia, pues además de suministrarles los medicamentos prescritos por su médico, también ofrece su apoyo, seguimiento y educación sobre el tratamiento adecuado de estos trastornos.

La salud mental desde la farmacia comunitaria

La oficina de farmacia es el centro sanitario de mayor cercanía a la población. El farmacéutico, al estar en constante contacto con la comunidad, tiene la oportunidad de detectar de manera temprana signos de estrés, ansiedad o depresión. Es común que los pacientes acudan a la farmacia en busca de consejo sobre síntomas de salud mental.

Uno de los problemas más graves en el tratamiento de trastornos del ánimo es la baja adherencia al tratamiento farmacológico, especialmente con los antidepresivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado a conocer que menos del 30% de los pacientes con depresión siguen correctamente su tratamiento. En este punto, el farmacéutico puede contribuir de manera positiva, recordando a los pacientes la importancia de tomar correctamente la medicación y detectando situaciones en las que el tratamiento podría no estar siendo efectivo.

Intervención del farmacéutico en el uso de antidepresivos y ansiolíticos

Los conocimientos que tienen los farmacéuticos acerca de los medicamentos antidepresivos son fundamentales para asegurar su uso adecuado en los pacientes que acuden a la farmacia. Estos fármacos no solo son recetados para tratar la depresión, sino que también son útiles en otros trastornos como la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo y el dolor neuropático, entre otros. 

Sin embargo, muchos pacientes acaban abandonando su medicación debido a los efectos secundarios que les provocan, que suelen manifestarse antes de que los efectos terapéuticos sean evidentes. Aquí es donde el farmacéutico puede brindar orientación clave, explicando que los antidepresivos tardan varias semanas en mostrar resultados y que algunos efectos adversos son temporales.

Los ansiolíticos, por su parte, son medicamentos que ayudan a reducir la ansiedad y los niveles altos de estrés, proporcionando un alivio rápido de los síntomas. Estos fármacos, que incluyen benzodiazepinas y otros compuestos, actúan sobre el sistema nervioso central, dando una sensación de calma al paciente. 

Sin embargo, es crucial que se sepa que estos medicamentos están creados para usarlos durante un corto periodo de tiempo, debido al riesgo de dependencia y efectos secundarios. En este aspecto, el farmacéutico juega un papel fundamental, dispensando de manera segura estos medicamentos, educando al paciente sobre su uso correcto, alertando sobre los posibles riesgos y la importancia de no interrumpir el tratamiento sin supervisión médica. 

Además, el farmacéutico tiene la capacidad de identificar y gestionar posibles interacciones de los medicamentos, así como de asesorar al paciente sobre cómo reducir los efectos secundarios comunes, como la sequedad de boca o la hipotensión ortostática, que pueden ocurrir con ciertos tipos de antidepresivos, como los tricíclicos.

Educación y sensibilización del paciente

Otra de las labores más importantes del farmacéutico en el manejo de la salud mental es la educación del paciente. Los pacientes deben comprender la importancia de seguir las indicaciones médicas, pero también de estar atentos a los cambios en su estado de ánimo y en su bienestar general. 

Explicar de manera clara y empática aspectos como la latencia en el efecto de los antidepresivos, el manejo de los efectos secundarios y la duración esperada del tratamiento es clave para mejorar la adherencia y el éxito del tratamiento. También se pueden dar consejos para manejar el estrés y recomendaciones para gestionar mejor las emociones y evitar así posibles problemas asociados.