Atrás Así propagan la desinformación sanitaria las redes sociales y la IA

Así propagan la desinformación sanitaria las redes sociales y la IA

Expertos advierten del aumento de bulos sobre salud difundidos de manera online y del papel esencial del profesional sanitario para contrarrestarlos.

Así propagan la desinformación sanitaria las redes sociales y la IA

Escrito porRedacción MF

Publicado: 22 agosto 2025

La desinformación sobre salud ha adquirido un ritmo de propagación acelerado tras la aparición de las redes sociales y la inteligencia artificial (IA). Es lo que ha dado en llamar, metafóricamente, como una “autopista” de difusión masiva. Expertos en comunicación científica señalan que estos canales permiten que los bulos se viralicen con hipervelocidad.

Según datos de una encuesta de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT), uno de cada cuatro españoles (27,6%) recibió en 2022 información falsa sobre ciencia y salud en la última semana, mayoritariamente a través de redes sociales.

Para el periodista Marc Amorós, experto en desinformación, esto no es algo nuevo, ya que la difusión de desinformación ha existido siempre. Lo que ocurre es que ahora tenemos unas autopistas que permiten la difusión a hipervelocidad de esa desinformación, aseguró durante su participación en una jornada para profesionales de la información científica y sanitaria. Además, añadió que: Vivimos una era dorada de la desinformación, donde los contenidos manipulados priorizan el impacto emocional y dificultan la construcción de consensos necesarios para enfrentar los grandes desafíos globales.

El 20% de la población española ha recibido en la última semana información falsa sobre temas de ciencia y salud

Entre los bulos más difundidos que mencionó se incluyen afirmaciones como Los tumores cancerígenos son sacos de huevos llenos de parásitos que se curan con ivermectina” o “Meterse ozono por el ano o la vagina cura el cáncer, el sida y el Alzheimer”. Según Amorós, la intención no es que la gente crea estas mentiras, sino que deje de creer en la verdad.

Impacto y desafíos para la salud pública

El contexto descrito coincide con la definición del fenómeno como una ‘infodemia’: una sobrecarga de información, cierta y falsa, que complica el acceso a datos verificados. Se indica que la manipulación a menudo se diseña para provocar respuestas emocionales viscerales que minimicen el pensamiento crítico.

Asimismo, solo el 31 % de los españoles confía en la información procedente de los medios de comunicación, lo que refleja un panorama de desconfianza generalizada y mayor vulnerabilidad a los bulos.

¿Qué puede hacer el farmacéutico?

En este contexto, el farmacéutico se convierte en un agente clave en la detección y neutralización de bulos sanitarios, ya que actúa como primer punto de contacto con el paciente cuando llega con dudas generadas por contenido digital. Es fundamental que contraste esta información con evidencia científica rigurosa y transparente.

Se deben promover el pensamiento crítico, alfabetización digital y sanitaria, especialmente en población vulnerable. Y es que la desinformación sanitaria, amplificada por redes sociales e inteligencia artificial, representa una amenaza real para la salud pública.

Frente a esta realidad, el profesional farmacéutico debe asumir un rol activo y estratégico, no limitado a la dispensación, sino orientado a educar, explicar y reconducir la información hacia fuentes confiables y verificadas.