Cómo cuidar el sistema inmune infantil: nutrición, descanso y actividad física
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Cómo cuidar el sistema inmune infantil: nutrición, descanso y actividad física
Una alimentación equilibrada, un sueño reparador y realizar ejercicio de forma regular son los pilares fundamentales para reforzar las defensas de los más pequeños.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 01 octubre 2025
El sistema inmunitario infantil constituye la principal barrera de defensa frente a virus, bacterias y otros agentes patógenos. En los primeros años de vida aún está en proceso de maduración, por lo que requiere cuidados específicos que permitan reforzarlo y favorecer una respuesta eficaz ante posibles infecciones.
Diversos estudios científicos confirman que factores como la alimentación, el sueño y la actividad física desempeñan un papel decisivo en la salud inmunológica de los más pequeños.
Dieta para regular la inmunidad
La dieta es uno de los elementos más determinantes en la regulación de la inmunidad. Una alimentación rica en azúcares simples, grasas saturadas y ultraprocesados no solo aporta escaso valor nutricional, sino que también puede favorecer la inflamación crónica y aumentar la vulnerabilidad ante enfermedades. El consumo habitual de refrescos, frituras y bollería industrial interfiere en la correcta función inmunitaria y contribuye al desarrollo de patologías metabólicas desde edades tempranas.
Frente a ello, resulta esencial priorizar una alimentación variada que incorpore frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescados y lácteos, reservando las carnes rojas para un consumo más moderado. Estos grupos de alimentos no solo aportan energía, sino que son fuente de micronutrientes clave para la inmunidad. Las vitaminas A, B y C aportan múltiples beneficios a los distintos elementos que contribuyen a fortalecer el sistema inmune.
En paralelo, minerales como el zinc o el hierro, contribuyen a mejorar el transporte de oxígeno y para múltiples reacciones enzimáticas vinculadas al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
En aquellos casos en los que la dieta no cubre adecuadamente los requerimientos, desde la farmacia se pueden recomendar complementos multivitamínicos específicos para niños. El formato en gominola o comprimido masticable mejora la adherencia y facilita su incorporación a la rutina diaria.
Higiene del sueño
El sueño no es solo un proceso de recuperación física, también es un regulador clave del sistema inmunológico. Durante la fase profunda del descanso se liberan citoquinas, proteínas que modulan la inflamación y ayudan a combatir infecciones. Cuando los niños duermen menos de lo necesario, la producción de estas moléculas se reduce, aumentando la susceptibilidad a resfriados, gripe y otras infecciones respiratorias.
Mantener horarios regulares de sueño, incluso durante fines de semana o vacaciones, mejora la calidad del descanso y contribuye a que el organismo esté preparado para responder de manera más eficaz ante la exposición a virus y bacterias.
Actividad física y al aire libre
El ejercicio moderado y el tiempo al aire libre cumplen una doble función: favorecen el desarrollo físico y estimulan el sistema inmune. Además, la exposición solar contribuye a la síntesis de vitamina D, un nutriente fundamental no solo para la salud ósea, sino también para la función inmunitaria.
La deficiencia de vitamina D se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades autoinmunes e inflamatorias. Por ello, se aconseja que los niños practiquen actividades físicas de forma regular, ya sea a través de juegos, caminatas o deportes. Estos hábitos mejoran la resistencia cardiovascular, reducen el estrés y potencian la capacidad de defensa del organismo.