Cómo prevenir robos en la farmacia
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Cómo prevenir robos en la farmacia
Conocer los productos más atractivos para los ladrones, las técnicas que utilizan y los dispositivos para evitarlo puede reducir las pérdidas derivadas de los robos.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 15 octubre 2025
Aunque en los últimos años los índices de robos en farmacias parecían haber disminuido, los datos más recientes demuestran todo lo contrario: se ha producido un repunte de hurtos y atracos. Los establecimientos que están situados a pie de calle o en zonas con gran afluencia de gente son los más atacados por los ladrones.
Este hecho, además de causar pérdidas e inseguridad en los farmacéuticos, también supone el problema de la pérdida desconocida, esas diferencias entre el inventario real y el registrado que afectan a la cuenta de resultados.
Productos más atractivos para los ladrones
Existen algunos artículos que son los preferidos por aquellos que se apropian de lo ajeno, y no siempre son los de mayor valor económico. También influye mucho la disposición en la farmacia: los que se encuentran en estanterías en puntos poco visibles son los que suelen desaparecer con más frecuencia.
Los productos de acceso libre, como cosméticos, suplementos, protectores solares o incluso artículos infantiles, se encuentran entre los más robados. Esto se debe a que son artículos de pequeño tamaño, alta rotación y de fácil reventa. También hay casos en los que sustraen medicamentos con valor en el mercado negro, especialmente aquellos con componentes controlados.
Técnicas más habituales de hurto en farmacia
Los métodos de robo son cada vez más ingeniosos. Entre los más comunes destacan:
- Robo de productos bajo la ropa o en bolsos y carritos de la compra o de bebés.
- Cambio de envases o etiquetas, para pagar menos o evitar el pago.
- Uso de bolsas forradas de metal para eludir los arcos antirrobos.
- Salida natural, cuando el ladrón abandona el local con actitud relajada aprovechando momentos de distracción del personal.
Identificar estas prácticas ayuda a reforzar la vigilancia y establecer protocolos internos de detección más eficaces entre los empleados.
Recomendaciones para reducir riesgos
La seguridad comienza con una buena organización interna. Algunas de las recomendaciones para reducir el riesgo son mantener el orden, controlar el stock y limitar el acceso a determinadas zonas. Algunas pautas para el día a día incluyen:
- Revisar el inventario de forma periódica para identificar pérdidas tempranas.
- Formar a los empleados para que sepan identificar posibles comportamientos sospechosos y sepan gestionar situaciones de riesgo.
- Evitar rutinas previsibles, como contar la caja a la vista del público o manejar efectivo en zonas expuestas.
- No comentar información sensible como facturación, horarios o medidas de seguridad con personas ajenas al equipo.
Dispositivos de seguridad útiles
La tecnología puede ser una aliada importante para prevenir los robos. Entre los sistemas más utilizados destacan:
- Arcos antirrobos y etiquetas electrónicas, que disuaden y alertan de intentos de robos.
- Cámaras de videovigilancia, situadas estratégicamente en zonas de venta, mostradores y accesos.
- Botones de pánico o alarmas silenciosas, que permiten avisar a las autoridades sin poner en riesgo al personal.
- Iluminación exterior adecuada, especialmente durante el horario nocturno, para reducir puntos ciegos.
Además, es importante realizar una revisión regular del sistema de grabación para garantizar que las imágenes se conservan correctamente y puedan ser útiles en caso de que se produzca cualquier incidente.
Aspectos legales de la videovigilancia en farmacias
Aunque las cámaras son una buena opción, su instalación debe cumplir la normativa vigente en materia de protección de datos. Es obligatorio informar a los clientes mediante carteles visibles de que están siendo grabados y las imágenes solo pueden conservarse durante un máximo de 30 días, salvo que se produzca una investigación judicial.
Las cámaras deben colocarse únicamente en zonas de atención al público o almacenamiento, nunca en espacios privados como baños, vestuarios o salas de descanso.
Qué hacer en caso de robo o atraco
Ante un robo, lo más importante es mantener la calma y evitar enfrentamientos. Se recomienda:
- No realizar movimientos bruscos ni gestos que puedan provocar una reacción violenta.
- Avisar a las autoridades tan pronto como sea posible y preservar la escena sin tocar nada.
- Registrar toda la información posible: descripción del autor, vehículo, dirección de huida, etc.
- Notificar al seguro y entregar un inventario detallado de los daños o pérdidas.
Posteriormente, es conveniente descargar y guardar las grabaciones de seguridad, ya que muchas cámaras solo conservan las imágenes durante 48-72 horas.
Recuperar la normalidad tras un suceso
Sufrir un robo o atraco puede dejar secuelas emocionales en el equipo. Es recomendable ofrecer apoyo psicológico y fomentar la comunicación entre los trabajadores para reducir la sensación de inseguridad. Volver a la rutina con prudencia y mantener un entorno de trabajo tranquilo ayuda a superar el impacto.
En definitiva, el robo en farmacias no solo afecta al patrimonio, sino también al bienestar del equipo y a la confianza de los clientes. Por ello, invertir en seguridad preventiva, formación del personal y tecnología es una decisión estratégica que protege la rentabilidad del negocio y la tranquilidad del titular.
Una farmacia segura es una farmacia más eficiente y profesional, preparada para seguir ofreciendo un servicio esencial a la comunidad con las máximas garantías.