¿Qué es la dispepsia y cómo puedes ayudar a tus pacientes desde la farmacia?

La dispepsia se define como un trastorno funcional digestivo que produce síntomas muy similares a los de la acidez estomacal, pero su persistencia crónica merece especial atención.

El síntoma más común entre los pacientes con esta enfermedad es el malestar en la parte superior del abdomen, descrito como calor o ardor en la zona entre el ombligo y la parte más baja del esternón y que puede manifestarse durante o después de las comidas. Además de la hinchazón, puede provocar náuseas y vómitos. Estos síntomas se pueden confundir con enfermedades como la úlcera, la gastritis o incluso con enfermedades intestinales como la celiaquía.

Por esta razón, es esencial realizar pruebas clínicas para descartar otras enfermedades. Para diagnosticar la dispepsia, los especialistas recurren a dos pruebas fundamentales: la ecografía abdominal y la endoscopia gastrointestinal. Esta última permite obtener imágenes del esófago, el estómago y el duodeno para identificar cualquier lesión.

La dispepsia funcional se origina a causa de una disfunción en el sistema nervioso del tracto digestivo, lo que afecta la percepción y los movimientos del estómago. De acuerdo con investigaciones recientes, la dispepsia afecta a una parte significativa de la población, con una prevalencia estimada que oscila entre el 22% y el 56%. No obstante, solo alrededor del 30% de las personas que la padecen acude a su médico de cabecera para buscar tratamiento. 

Consejos para hacer frente a la dispepsia

Los especialistas consideran que para que el dolor se considere crónico tiene que persistir más allá de un mes. En este caso lo que recomiendan es acudir al médico de familia. Asimismo, apuntan algunas recomendaciones generales, aunque que el manejo dieto-terapéutico debe ser individualizado. Entre ellos destacan:

• Evitar consumir comidas excesivamente grandes.
• No se recomienda eliminar alimentos de manera constante, ya que esto podría llevar a carencias nutricionales, ni centrarse únicamente en un grupo de alimentos, siendo restrictivos con el resto.  
• Mantener un equilibrio en la dieta, evitando consumir demasiadas grasas y exceso de fibra.
• Beber agua de forma moderada a lo largo del día y evitar beber grandes cantidades de líquido justo antes y después de las comidas.
• Dar preferencia a los alimentos preparados al vapor, a la plancha o hervidos.
• Realizar las comidas en una postura adecuada, de manera tranquila y sin distracciones, y recordar masticar los alimentos de forma adecuada. 

Factores que repercuten

La pregunta común suele ser: "¿Por qué se produce la dispepsia?" Aunque no hay mucha literatura científica en los últimos años se han realizado algunos estudios que indican una serie de factores que pueden aumentar la probabilidad de experimentar síntomas de dispepsia. Estos factores incluyen aspectos relacionados con la dieta y los hábitos, aunque no son los únicos elementos a considerar.

La edad, la obesidad, el estrés, así como aspectos y respuestas emocionales tales como la ansiedad, el miedo o la hostilidad ante determinadas situaciones pueden derivar en una mayor propensión a la dispepsia. Por otra parte, también puede ser un factor desencadenante el consumo de agentes tóxicos como el tabaco, el alcohol y ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINE).