Detectar un caso de disfagia en la farmacia

Este trastorno se caracteriza principalmente por la dificultad e incluso incapacidad de ingerir alimentos sólidos y líquidos. Nueve de cada diez personas que la padecen no están diagnosticadas, lo que implica que la mayoría no están recibiendo el tratamiento adecuado. Desde la farmacia podemos ayudar al paciente a detectar los síntomas y recomendar acudir al especialista si es necesario. 

Dos tipos de disfagia: la orofaríngea y la esofágica

En el caso de la esofágica, esta se distingue en que los alimentos presentan dificultades para bajar por la zona del esófago hasta el estómago, lo cual puede originar vómitos. 

En el caso de la disfagia orofaríngea debemos prestar especial atención. Esto se debe a que el paso de alimentos se dificulta en la zona de la faringe; como resultado, el paciente puede comenzar a aspirar con frecuencia, lo que desembocaría en el paso de alimentos hacia la tráquea y provocando que se bloquee el flujo de aire.

¿Cuáles son sus síntomas?

Además de la dificultad o incapacidad para ingerir comida, otros síntomas de la disfagia son:

• Sensación de que los alimentos permanecen pegados en la zona de la garganta y el pecho.
• Tos y asfixia durante las comidas.
• Acidez y vómitos. 
• Pérdida de peso.

Disfagia en niños

Esta patología se puede dar en infantes, especialmente si han padecido alguna enfermedad como reflujo gastroesofágico o labio leporino. En estos casos, deberemos prestar atención si el niño o niña rechaza los alimentos sólidos, si se tensa a la hora de comer y si además presenta dificultad para respirar a la hora de comer. 

¿Qué recomendar desde la farmacia?

Es necesario que el paciente entienda que cada caso de disfagia puede originarse de una manera diferente y por ello necesitará un tratamiento específico. Es por esto que debemos recomendar a nuestro paciente acudir al especialista pertinente para que diagnostique o descarte esta enfermedad.