Atrás La dieta mediterránea reduce el riesgo de diabetes tipo 2 en pacientes con hígado graso

La dieta mediterránea reduce el riesgo de diabetes tipo 2 en pacientes con hígado graso

Un estudio reciente destaca los beneficios de la dieta mediterránea en la prevención de la diabetes tipo 2 en individuos con enfermedad del hígado graso no alcohólico.

La dieta mediterránea reduce el riesgo de diabetes tipo 2 en pacientes con hígado graso

Escrito porRedacción MF

Publicado: 02 enero 2025

La enfermedad del hígado graso no alcohólico es una afección hepática crónica caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en el hígado, asociada a disfunciones metabólicas como el sobrepeso y la obesidad. Esta condición incrementa significativamente el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 (DM2). A nivel mundial, se estima que la prevalencia de esta patología hepática en adultos es del 25%, cifra que aumenta considerablemente en personas con DM2. 

Recientemente, un estudio publicado en la revista Nutrients ha investigado la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea y el riesgo de desarrollar DM2 en pacientes con la enfermedad del hígado graso no alcohólico. La dieta mediterránea se caracteriza por una alta ingesta de frutas, verduras, aceite de oliva, cereales, legumbres y pescado, con un consumo moderado de lácteos, huevos y vino tinto, y una limitada cantidad de carne roja. Este patrón alimentario ha demostrado reducir el riesgo y la progresión de diversas enfermedades metabólicas

La investigación examinó los datos de miles de adultos del SNS durante 7,5 años

El estudio analizó datos de 5.072 adultos del Sistema Nacional de Salud (SNS) español durante un seguimiento de 7,5 años. Los participantes se clasificaron según su adherencia a la dieta mediterránea y cambios en su peso corporal. Se utilizó un cuestionario de 14 puntos para evaluar la adherencia dietética. Los resultados mostraron que los individuos con alta adherencia a la dieta mediterránea y sin aumento de peso presentaron niveles más favorables de enzimas hepáticas y una menor prevalencia de prediabetes en comparación con aquellos con baja adherencia. 

Durante el seguimiento, 98 participantes desarrollaron DM2, de los cuales 70 tenían baja adherencia a la dieta mediterránea. Los análisis estadísticos confirmaron que una mayor adherencia a la dieta mediterránea se asocia con un riesgo significativamente menor de desarrollar DM2, independientemente de la edad y el sexo. 

Así, estos hallazgos sugieren que promover la adherencia a la dieta mediterránea podría ser una estrategia efectiva para reducir el riesgo de diabetes tipo 2 en pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico. Sin embargo, los autores señalan la necesidad de realizar estudios adicionales para confirmar estos beneficios en poblaciones fuera de la región mediterránea y comparar su eficacia con otros patrones dietéticos saludables. 

La intervención dietética puede desempeñar un papel crucial

Para los profesionales farmacéuticos, estos resultados resaltan la importancia de recomendar patrones dietéticos saludables, como la dieta mediterránea, a pacientes con factores de riesgo metabólico. La intervención dietética, junto con la promoción de la actividad física, puede desempeñar un papel crucial en la prevención y manejo de enfermedades crónicas como la asociada al hígado graso no alcohólico y la DM2. Además, el seguimiento y la educación nutricional personalizada pueden mejorar la adherencia del paciente a estas recomendaciones, contribuyendo a mejores resultados en su salud.

De esta manera, la dieta mediterránea se consolida como una herramienta valiosa en la prevención de la diabetes tipo 2 en pacientes con hígado graso no alcohólico, ofreciendo una intervención dietética efectiva y respaldada por la evidencia científica. La integración de este patrón alimentario en las recomendaciones clínicas puede mejorar significativamente la salud metabólica de los pacientes y reducir la incidencia de complicaciones asociadas.