¿Cómo detectar los síntomas de Vibrio desde la farmacia este verano?
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¿Cómo detectar los síntomas de Vibrio desde la farmacia este verano?
El ECDC advierte de que esta bacteria es cada vez más común en algunas partes de Europa debido al cambio climático.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 28 julio 2025
Con la llegada de la temporada estival, las especies de Vibrio se detectan con mayor frecuencia en el mar Báltico. Y es que las condiciones son especialmente favorables para el crecimiento de este tipo de bacterias gran-negativas que vive de forma natural en costas donde se mezclan agua salada y dulce, sobre todo cuando las temperaturas son altas y la salinidad baja.
Estas características son cada vez más comunes en algunas partes de Europa debido al cambio climático. Por ello, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) advierte que, a medida que aumenta la temperatura superficial del mar en territorio europeo, se prevé que Vibrio se extienda a otras zonas costeras en las que, normalmente, no existía riesgo.
Aunque estas infecciones continúan siendo relativamente raras en Europa, el ECDC apunta que varios países del norte ribereños del mar Báltico han reportado aumentos en los últimos años. Esto ha sido especialmente evidente durante veranos con olas de calor prolongadas y temperaturas del agua más altas, como la observada en 2018, cuando se reportaron 445 casos, más del triple de la mediana anual (126 casos) registrada entre 2014 y 2017.
Reconocer los síntomas
La vibriosis es causada por varias especies de bacterias Vibrio, algunas de las cuales pueden provocar infecciones graves. En este contexto, desde la farmacia comunitaria es crucial reconocer estos síntomas y realizar una importante labor de concienciación a los pacientes, fundamentalmente si van a viajar a zonas de riesgo, para así reducir el impacto de esta enfermedad en la salud pública.
Los síntomas dependen de cómo se adquiere la infección. Cuando la causa es el consumo de mariscos crudos o poco cocidos, suelen incluir diarrea acuosa, dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos.
La infección también puede surgir al bañarse en aguas con grandes cantidades de bacterias Vibrio, lo que provoca infecciones de oído. Y, en el caso de que las bacterias entren en contacto con heridas abiertas, aparecen síntomas cutáneos como enrojecimiento, hinchazón y dolor en la zona afectada.
“Las infecciones de heridas no tratadas pueden provocar complicaciones graves, como fascitis necrosante, infecciones del torrente sanguíneo, sepsis o incluso la amputación de una extremidad, especialmente en personas con afecciones subyacentes, como enfermedades hepáticas crónicas o sistemas inmunitarios debilitados”, advierte el ECDC.
Por tanto, la labor de alerta de los farmacéuticos comunitarios es imprescindible a la hora de prevenir este tipo de enfermedad recomendando a los pacientes a tomar las precauciones necesarias, como no comer mariscos crudos o poco cocidos o evitar lugares de baño en los que pueda existir mayor peligro.
Además, es importante que los profesionales de la farmacia sean capaces de detectar los signos de forma temprana, lo que permitirá derivar al paciente al médico especialista correspondiente. Algo clave si se trata de un caso que requiera atención hospitalaria, es decir, cuando se observe deshidratación grave, alteración del nivel de consciencia o abdomen agudo.