¿Cómo hacer de Halloween una fiesta saludable? Trucos para evitar el exceso de azúcar en los niños
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Nutrición
¿Cómo hacer de Halloween una fiesta saludable? Trucos para evitar el exceso de azúcar en los niños
Para los más pequeños, Halloween es una festividad de lo más divertida. Desde la farmacia se pueden dar recomendaciones para hacer esta fiesta más saludable evitando el exceso de azúcar.
Escrito porRedacción MF
Publicado: 30 octubre 2025
La normalización del exceso de azúcar en la infancia se manifiesta de manera evidente en Halloween. Es una festividad que recoge disfraces, diversión, tradiciones y, por supuesto, todo tipo de gominolas y dulces que, muchas veces, supera la moderación.
Aun así, es posible celebrar este día con los más pequeños de la casa desde otra perspectiva que incluya la diversión y evite el consumo masivo de azúcar. Desde el mostrador de la farmacia, se puede ayudar a los padres a encontrar alternativas a las chocolatinas y chuches, para convertir esta fiesta de excesos en una mucho más sana, pero igual de divertida.
Durante este día, se pueden elaborar postres a través de ingredientes saludables, como frutas y verduras. Lo importante es echarle imaginación: se pueden utilizar, por ejemplo, unas mandarinas peladas y con ojos y boca de chocolate para simular que son calabazas, o plátanos con caras fantasmagóricas. Otros ejemplos son unas manzanas asadas o caramelizadas con edulcorantes naturales, un bizcocho de calabaza especiada o incluso caramelos y gominolas caseras elaboradas con gelatina natural y sin azúcar añadido.
Sin embargo, es innegable que las golosinas son uno de los componentes principales de esta fiesta terrorífica, por eso, se puede recomendar hacerlas en casa para que sean más saludables, especialmente si hay en el grupo algún niño con diabetes.
Recomendaciones nutricionales desde la farmacia
Lo primero que hay que tener en cuenta es que Halloween no va a suponer un impacto tan grande para la salud de los niños si no se convierte en una excusa para excederse sin medida. Lo prioritario es el hábito, y aquí el papel del farmacéutico es clave para orientar sobre la mejor manera de integrar una nutrición saludable.
Hay algunos consejos que este profesional puede dar a las familias interesadas en mejorar su consumo de dulces ese día, sin que suponga demasiado esfuerzo:
- Entender que no es una carta blanca para comer sin medida: muchas veces el error es creer que, ya que vamos a comer menos saludable que en el resto de los días, podemos excedernos hasta no poder más. Si bien esto no es tan fácil de hacérselo entender a los niños, hay algunas formas de evitarlo, como:
- Llevar la rutina estándar durante el resto del día: así el niño sabrá que, incluso en días de fiesta, hay que seguir unos hábitos mínimos.
- Comer de manera equilibrada antes de los dulces: de esta forma reduciremos el hambre y la tentación, y evitaremos posibles excesos.
- Llegar a acuerdos con sus hijos: por ejemplo, en lugar de darles un mensaje de que solo pueden comer los dulces esa noche, se puede acordar repartirlos en varios días, para enseñarles que se debe comer con moderación y no deben “aprovechar” el día para comer en exceso.
- Enseñar a repartir los dulces recogidos: no hay por qué comerlos todos. Muchas veces, la diversión pasa por conseguirlos y colaborar entre amigos para jugar cambiarlos, repartirlos o regalarlos. Entender esto le liberará de la sensación de que, cuanto más tenga y coma, mejor.
- Hablar sobre el impacto del azúcar: muchas veces los niños saben que comer dulces no es una buena opción, pero no entienden el por qué. Es confuso escuchar que debes limitar tu consumo sin que nadie te explique los motivos. Los farmacéuticos pueden ayudar a los padres a explicar cómo afecta al cuerpo el consumo de azúcar y por qué es importante disfrutar de los dulces con moderación, evitando demonizarlos.
- Practicar la alimentación consciente: con las festividades es común ver cómo, tanto niños como adultos, tienden a comer en exceso sin prestar atención a la comida o al apetito que realmente se tiene. Para mejorar esto, se puede poner en práctica algunas estrategias como:
- Enseñar a los niños a comer más despacio: esto reducirá la ansiedad por comer y ayudará a prestar atención a los sabores, las texturas y las sensaciones de cada golosina o chocolatina que coman.
- Separa los dulces por tipos: se trata de que los niños presten atención a qué dulces realmente les llaman la atención, cuáles son sus favoritos y cómo quieren distribuirlos antes de comérselos. Ayudará a tomar consciencia de sus gustos, su apetito y afianzará la idea de que no tienen por qué comérselos todos en un mismo día.
- Evitar que Halloween se reduzca a las gominolas: realmente, esta fiesta tiene muchos más intereses para los niños aparte de los dulces. Para evitar que se reduzca solo a la ingesta de golosinas y chocolatinas, podemos dar más valor a otras de las tradiciones de este día como:
- Disfrazarse, ya sean solos o acompañados de otros niños o adultos con los que divertirse haciéndolo.
- Reunirse con amigos para jugar, ver películas de miedo o disfrutar de la fiesta de cualquier otra manera.
- Moverse por las calles, ya sea para pedir chuches o para jugar.
- Sacar a flote la creatividad decorando calabazas, maquillándose a uno mismo o con amigos.
Todas estas recomendaciones van a evitar un exceso de consumo de azúcar, al mismo tiempo que los niños pueden disfrutar de una tradición tan popular. El papel de los padres pasa por tomar ejemplo y establecer límites que beneficien a ambas partes para que se puedan llevar a cabo, y con la ayuda del farmacéutico, que aportará estrategias sencillas y aplicables para todo el mundo.