Atrás Cubrir desde la farmacia rural todas las necesidades del paciente

Cubrir desde la farmacia rural todas las necesidades del paciente

Evitar que el paciente tenga que trasladarse a la capital para recibir servicios profesionales farmacéuticos debe ser uno de los principales objetivos de la botica rural.

Luis García Moreno

Escrito porLuis García Moreno

Farmacéutico titular, Farmacia Ortopedia Centro Nutricional García Moreno

Publicado: 14 octubre 2022

Para muchos habitantes de municipios rurales, la farmacia es el único centro sanitario al que tienen acceso de manera próxima. Si a esto añadimos que gran parte de los habitantes de estos pueblos suele ser población mayor con dificultades de desplazamiento, nos encontramos ante la importancia de que la farmacia rural pueda cubrir el máximo -por no decir todas- de las necesidades del paciente en materia de salud. De esta manera, estaríamos evitando que estos pacientes tuvieran que acudir a la capital más cercana para recibir esos servicios que necesitan.

Hace mucho tiempo que la farmacia dejo de ser simplemente un punto de dispensación de medicamentos para convertirse en un centro sanitario en el que los pacientes encuentran asesoramiento, formación y atención profesional en diferentes áreas. Nutrición, ortopedia, salud pulmonar o detección de la fragilidad del adulto mayor son solo algunas de ellas que, por supuesto, tienen también cabida en la farmacia rural.

Esta importancia de ofrecer un servicio con tal elevado nivel de excelencia plantea, por supuesto, un gran reto a nivel económico, sobre todo para aquellas farmacias rurales que se encuentran en situación de viabilidad económica comprometida (VEC). No solo es necesario contar con un espacio adaptado para ofrecer este tipo de servicios, sino que también hay que invertir en una formación continua para dar en todo momento lo mejor de nosotros mismos.

Más allá del aspecto económico, hay que poner en relieve la enorme compensación emocional que aporta el poder dar un servicio integral a nuestros pacientes. Su agradecimiento diario por tener al alcance de la mano todo aquello que necesitan tiene una valía incalculable. 

No debemos olvidar que los farmacéuticos -también los rurales- contamos con una vocación de servicio que guía a nuestra profesión, por lo que adaptarnos a lo que la comunidad necesita, conociendo las características de cada tipo de paciente por franja de edad, es esencial para seguir aportando valor desde el mostrador de la farmacia.

Por el hecho de vivir en un pueblo, los pacientes no tienen por qué renunciar a recibir unacartera servicios profesionales farmacéuticos con los mayores estándares de calidad al igual que ocurre en la capital. Al final, el número de habitantes no debe ser una barrera para limitar los servicios en salud. Y es en cumplir este objetivo donde la farmacia rural tiene un gran futuro por delante.