La farmacia comunitaria, aliada estratégica en el abordaje integral del lupus

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune crónica y compleja que afecta a múltiples órganos, con síntomas que van desde fatiga intensa hasta afectación cutánea, articular o renal. Su impacto en la calidad de vida de quienes lo sufren es significativo y requiere un abordaje multidisciplinar. En España, según el estudio Episer2016 de la Sociedad Española de Reumatología (SER), más de 100.000 personas padecen lupus, con una prevalencia estimada de 210 casos por cada 100.000 habitantes.

En este contexto, la farmacia comunitaria se ha posicionado como un pilar fundamental en la atención de las personas con lupus, proporcionando servicios que trascienden la dispensación de medicamentos. Su cercanía, accesibilidad y presencia en el territorio hacen de ella un espacio privilegiado para la promoción de la salud y el seguimiento de pacientes crónicos.

Diferentes iniciativas permiten que los pacientes con lupus accedan a fotoprotectores de calidad a precios reducidos

Una de las acciones más reconocidas es la campaña Frena el sol, frena el lupus, desarrollada inicialmente por la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac) y extendida a otras comunidades autónomas. Esta iniciativa permite que los pacientes con lupus accedan a fotoprotectores de calidad a precios reducidos, una medida preventiva clave, ya que la exposición solar puede desencadenar brotes de la enfermedad. En 2024 la campaña contó con la participación de más de 1.300 farmacias, dando cobertura a más del 60% de los pacientes con lupus en España.

Además de facilitar el acceso a este tipo de productos, las farmacias desarrollan una labor crucial en la educación sanitaria, promoviendo hábitos saludables, la fotoprotección adecuada y la adherencia al tratamiento. También se encargan de detectar posibles problemas relacionados con la medicación, realizando intervenciones que mejoran el control de la enfermedad.

Las alianzas impulsadas entre asociaciones de pacientes, como Adeluna, demuestran el potencial de la colaboración conjunta. A través de estas iniciativas, se distribuyen kits de fotoprotección a precios simbólicos, fortaleciendo el acceso y la equidad en la atención.

Así, las boticas están demostrando ser agentes de salud indispensables en la lucha contra el lupus. Su papel no solo complementa el tratamiento clínico, sino que también mejora la calidad de vida, empodera al paciente y acerca la atención sanitaria a pie de calle.