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Abordaje de la alergia desde la farmacia

¿Tienes algo para la alergia? La primavera ya está aquí y con ella una de las consultas más comunes de esta época. Repasamos algunos consejos que ayudarán a tus pacientes a entenderla mejor. 

Abordaje de la alergia desde la farmacia

Escrito porRedacción MF

Publicado: 04 abril 2024

Una alergia es una reacción del sistema inmunitario ante sustancias normalmente inofensivas conocidas como alérgenos, cuyos síntomas suelen aparecer después de varias exposiciones al alérgeno en cuestión. Cabe destacar que prácticamente cualquier cosa puede ser un alérgeno para una persona. 

Hay cuatro componentes principales necesarios para la aparición de la reacción alérgica: los alérgenos o sustancias que causan la alergia; la inmunoglobulina E, un anticuerpo producido en respuesta al alérgeno; los mastocitos o células que se encuentran en la piel y en las mucosas (nariz, ojos, boca) y que contienen gránulos de histamina; y la histamina directamente, que se libera de los mastocitos y hace que los capilares sanguíneos se dilaten. 

Cuando las histaminas se liberan de los mastocitos, se producen una serie de síntomas que tendremos en cuenta a la hora de elegir o aconsejar un tratamiento a los pacientes como son la inflamación de la nariz, la inflamación de los ojos, la inflamación de las vías respiratorias, el picor en los ojos o lagrimeo, la secreción nasal, los estornudos y la congestión nasal.

Para aliviar estos síntomas, especialmente si son crónicos o como prevención ante la exposición a un alérgeno, se suelen utilizar los antihistamínicos que pueden provocar somnolencia, mareo o visión borrosa, y hay que extremar la precaución ante pacientes diabéticos, cardiópatas, epilépticos o con glaucoma. 

Asimismo, se emplean descongestivos nasales, principalmente, a base de oximetazolina o nafazolina, u orales, a base de efedrina o fenilefrina. Por sus efectos anticolinérgicos están contraindicados en pacientes con hipertensión, diabetes no controlada o pacientes con patologías cardíacas. Pueden interactuar con medicamentos contra el asma o la hipertensión y su abuso puede causar rinitis crónica.

De igual modo, se recomiendan corticoides nasales aptos para la obstrucción nasal e incluso fitoterapia, ya que el mentol, la cúrcuma, el eucalipto o el regaliz también pueden ayudar a aliviar los síntomas. 

En el caso de los colirios, si se presenta irritación y sequedad ocular, se puede dispensar un colirio que actúe como sustituto de las lágrimas.