Atrás El rol vital de la farmacia comunitaria para acabar con el escepticismo hacia las vacunas

El rol vital de la farmacia comunitaria para acabar con el escepticismo hacia las vacunas

La cercanía del farmacéutico contribuye a disipar posibles reticencias y aumentar la confianza en las vacunas.

El rol vital de la farmacia comunitaria para acabar con el escepticismo hacia las vacunas

Escrito porRedacción MF

Publicado: 15 septiembre 2025

Las vacunas han supuesto un cambio decisivo en la historia de la salud pública mundial gracias a su contribución a reducir la mortalidad y la morbilidad infantil. Sin embargo, la reticencia de ciertos grupos a vacunarse ha favorecido la reaparición de enfermedades como el sarampión, la tosferina o la poliomielitis en distintas zonas del mundo, incluidos algunos países europeos.

Desde 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la vacilación vacunal supone una de las diez mayores amenazas para la salud global. Así, recuerda que las personas que no se vacunan no solo se ponen en riesgo a sí mismos, sino también a su entorno.

Cada cierto tiempo surgen movimientos contra la vacunación por motivos diversos, desde las preocupaciones sobre los efectos secundarios hasta los problemas de disponibilidad o accesibilidad. Varias de estas iniciativas han cobrado más fuerza a finales del siglo XX y han experimentado un auge con el desarrollo de las redes sociales.

Los movimientos contrarios a las vacunas difunden mensajes de desinformación y generan desconfianza en los canales digitales

El farmacéutico es uno de los profesionales sanitarios más accesibles para las personas. Y esta posición privilegiada le permite detectar dudas, disipar miedos y desmontar bulos cuando alguien le plantea si debe vacunarse o no.

Algunas de las maneras en que se puede ayudar desde la farmacia comunitaria son:

  • Generar confianza: responder con información clara y veraz, adaptada al nivel de comprensión del paciente.
  • Combatir la desinformación: aclarar mitos y confusiones frecuentes desmentidos por evidencias científicas.
  • Recordar la importancia comunitaria: explicar cómo la vacunación protege a los individuos más vulnerables: ancianos, inmunodeprimidos y niños pequeños.
  • Favorecer la adherencia: señalar cuáles son los calendarios de vacunación, sobre todo en campañas estacionales.
  • Promover la responsabilidad social: insistir en que no vacunarse pone en riesgo la salud colectiva.

En numerosos países, los farmacéuticos comunitarios participan de manera activa en las tareas de vacunación, una actividad que se ha demostrado que mejora las tasas de cobertura. Sin embargo, la legislación de España limita su papel a la dispensación, ya que no les permite prescribir ni administrar vacunas.

Involucrar a la farmacia en las estrategias de vacunación resulta decisivo para mejorar la cobertura y combatir la vacilación

Aunque el farmacéutico comunitario no puede vacunar, sí tiene un papel fundamental en la sensibilización y educación sanitaria de la población, debido a su indiscutible potencial para aumentar la confianza y la aceptación de las vacunas.

El reto pendiente está en aprovechar al máximo su cercanía y conocimiento para que cada conversación en el mostrador sea una oportunidad de protección frente a enfermedades prevenibles.