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Yogur o kéfir, ¿qué es mejor elegir?

El yogur y el kéfir destacan por sus beneficios probióticos y nutricionales, aunque ambas son opciones saludables, uno u otro será más recomendable según las necesidades de cada persona.

yogur y kéfir

Escrito porRedacción MF

Publicado: 02 enero 2025

Son muchos los que tienen dudas sobre qué es mejor, si el yogur o el kéfir, y aunque ambos alimentos destacan por sus beneficios para la salud intestinal y tienen similitudes, como su origen lácteo y ser productos fermentados, también existen diferencias clave que pueden influir en la recomendación según las necesidades específicas de cada persona.

El yogur, especialmente en su versión griega, es conocido por su textura espesa y su cremosidad. Está elaborado a partir de leche de vaca o cabra y su preparación implica eliminar el suero líquido, lo que resulta en un alimento rico en proteínas y bajo en grasas.

Por ejemplo, una porción de 100 gramos de yogur griego aporta unas 59 kcal, 10 gramos de proteínas, 0,4 gramos de grasas, 3,6 gramos de carbohidratos y multitud de vitaminas y minerales, como potasio, calcio, magnesio, vitamina B12 y B6. En cuanto a probióticos, el yogur contiene entre 2 y 3 cepas bacterianas principales, como Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus, que favorecen la salud intestinal.

Este perfil nutricional hace del yogur una opción excelente para personas que buscan saciedad, mantener su masa muscular o tener una fuente de proteína baja en grasas.

Kéfir, la bebida probiótica ancestral

Originario de los pueblos caucásicos, el kéfir es un producto lácteo fermentado con granos que contienen bacterias y levaduras. Su textura más líquida y sabor ácido lo diferencian del yogur, haciéndolo una opción para beber o incluir en recetas, como batidos.

Una ración de 100 gramos de kéfir proporciona unas 64 kcal, entre 3 y 4 gramos de proteínas, 3,5 gramos de grasas y 5 gramos de carbohidratos. En cuanto a las vitaminas y minerales, el kéfir aporta calcio, potasio, magnesio, fósforo, vitaminas A, B y D.

El kéfir destaca por su perfil probiótico, con hasta 60 cepas microbianas, incluidas bacterias del ácido láctico, levaduras y bacterias del ácido acético. Esto lo convierte en un aliado potente para mejorar la diversidad del microbioma intestinal, especialmente en pacientes con disbiosis, que es una alteración del equilibrio de la microbiota.

Beneficios del yogur y el kéfir

Ambos alimentos destacan por sus beneficios para la salud, pero cada uno aporta unos específicos que los hacen adecuados para diferentes necesidades. Por ejemplo, el yogur griego es una excelente fuente de proteínas, lo que lo convierte en una opción ideal para personas que buscan aumentar su masa muscular, mejorar la reparación tisular o mantener la saciedad durante más tiempo. 

Además, su bajo contenido calórico y graso lo hace recomendable en dietas de control de peso o para quienes buscan opciones saludables sin renunciar a un sabor cremoso. Su aporte de calcio, magnesio y vitamina B12 contribuye al fortalecimiento de los huesos y al buen funcionamiento del sistema nervioso.

Por otro lado, el kéfir se distingue por su alto nivel de probióticos. Este aspecto lo convierte en un aliado potente para mejorar la salud digestiva, especialmente en casos de disbiosis, inflamación intestinal o trastornos asociados a un desequilibrio bacteriano. Además, sus vitaminas A, D y B refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a la salud de la piel y los huesos.

Ambos productos, al ser lácteos fermentados, comparten la capacidad de mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y aportar nutrientes esenciales como calcio y potasio. No obstante, sus diferencias nutricionales permiten elegir el más adecuado según los objetivos y preferencias dietéticas de cada persona.

¿Cuál recomendar en la farmacia?

La elección entre yogur y kéfir depende de las necesidades individuales de los pacientes que acuden a la farmacia. Si buscan:

  • Diversidad probiótica: lo mejor es optar por kéfir, especialmente en casos de disbiosis intestinal o intolerancia severa a la lactosa.
  • Mayor aporte proteico: el yogur griego es ideal para deportistas o pacientes en dietas hipocalóricas.
  • Versatilidad en la cocina: ambos son excelentes, pero el kéfir puede integrarse en batidos o tomarse como bebida, mientras que el yogur es más adecuado como base para postres o recetas espesas.