Retirar el cupón precinto de 1.120 millones de recetas ahorraría 40 millones de euros

El simple gesto de cortar y pegar cupones precinto de medicamentos dispensados bajo prescripción en las hojas de verificación supone un coste evitable de millones de euros de más. En concreto, si esta medida se aplicase a alrededor de 1.120 millones de recetas que se expiden en nuestro país, el ahorro alcanzaría los 40 millones de euros. Eso sin contar las que pueden contener más de un cupón precinto.

Así se concluye del informe correspondiente al mes de enero que ha elaborado el Observatorio del Medicamento de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) junto a la Universidad Católica de Ávila y en colaboración con Cofares.

La medida ya está amparada por la ley: lo contempla el Real Decreto 717/2019, de 5 de diciembre, la antesala de la medida que, desde el pasado 9 de febrero, puede ejecutar el Ministerio de Sanidad. Algo que todavía no ha ejecutado con la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la correspondiente orden ministerial en la que quede constancia del fin de este proceso burocrático necesario para llevar a cabo la facturación de la receta electrónica. De igual forma está prevista la eliminación de esta obligación para las recetas en papel.

De hecho, ya existe la alternativa digital que desde este informe se pide que se ponga en marcha: el Nodo SNSFarma. Por el momento, la eliminación del cupón precinto ya se ha manifestado como una intención por parte de diferentes comunidades autónomas que han realizado ensayos piloto. “La eliminación del cupón-precinto es técnicamente posible”, se concreta en el escrito, en el que se detalla el “elevado coste” que este proceso tiene para las farmacias (el cálculo realizado se ha estimado en 6 segundos entre cortar y pegar el cupón precinto y valorando el coste medio de la hora de un adjunto y un auxiliar de farmacia).

No solo supone un coste prescindible para las oficinas de farmacia, sino también para la industria farmacéutica, que en su caso debe incluirlos en el diseño y la fabricación de sus envases. De ahí que se incida en la necesidad de acabar con la obligatoriedad de esta medida.

Acabar con este sistema “arcaico” no tendría consecuencias, aseguran desde el Observatorio del Medicamento, ya que “gracias al proceso de verificación implantado y a la existencia del código QR en los envases”, todas las funcionalidades que presentaba el cupón precinto, “e incluso muchas más”, se mantienen.

El mercado de medicamentos total es de 1.490.651,1 millones de unidades, mientras que el mercado de prescripción en el Sistema Nacional de Salud es solo de 1.105.697,41 millones de unidades.