Sanidad pone en marcha la creación de una guía para la prescripción de psicofármacos

Mónica García, ministra de Sanidad, ha dado a conocer la creación de una guía sobre psicofármacos, que sirve como herramienta para profesionales sanitarios y para población general. El Comisionado de Salud Mental del Ministerio está trabajando para poder desarrollar este documento cuanto antes, pues según han declarado existe un ‘abuso’ relacionado con este tipo de medicamentos que hay que abordar cuanto antes.

“Nos enfrentamos a una cultura del individualismo que ha transformado el sufrimiento humano en enfermedad, y la respuesta ha sido medicarlo ante la falta de tiempo y alternativas”, explicaba la ministra en su primera intervención en la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones del Congreso de los Diputados. Además, señaló que la tendencia en auge en el consumo de estos medicamentos es alarmante y ha instado a que se reconozca su impacto en la sociedad.

Las clases desfavorecidas consumen más antidepresivos

Según han explicado, actualmente se prescriben una cantidad de antidepresivos y ansiolíticos suficientes para tratar a un 20% de la población de más de 40 años durante un año completo. Además, recalcan que el perfil más común de pacientes que toman estos fármacos está en las clases sociales más desfavorecidas que tienen más eventos adversos y precariedad. Tanto es así, que en este grupo la ingesta de antidepresivos es 8 veces más alta en comparación con personas con rentas más altas.

Con la creación de esta nueva guía el Ministerio quiere recalcar la importancia de tener en cuenta cómo afectan los determinantes sociales en la salud, además de establecer unas pautas concretas para reducir o eliminar de manera gradual el consumo de psicotrópicos a medida que ya no sean necesarios, evitando también los posibles efectos del síndrome de abstinencia.

“Al proporcionar una guía integral, buscamos abordar la sobreutilización y los riesgos asociados con el uso prolongado de psicofármacos. Nuestra meta es mejorar la seguridad, la calidad de vida y la autonomía de los pacientes, promoviendo prácticas centradas en el bienestar de las personas”, ha recalcado Mónica García.