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Farmacéuticos, agentes clave para optimizar los tratamientos de pacientes polimedicados

El aumento de la polimedicación, la toma de 5 o más medicamentos, plantea riesgos en los que los farmacéuticos son clave, revisando y optimizando los tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Paciente polimedicado con pastillero

Escrito porRedacción MF

Publicado: 14 mayo 2024

Cada vez tenemos mayor esperanza de vida, pero esto conlleva que también aumenten las comorbilidades asociadas al envejecimiento, que en muchos casos se pueden solucionar con medicación. Sin embargo, muchas personas, especialmente mayores, toman una cantidad elevada de pastillas cada día, una medicación que lejos de ser beneficiosa puede acabar causando problemas.

Se considera polimedicación cuando se toman más de 5 fármacos prescritos y según datos de distintos estudios, en

España hay una tasa de entre el 34-41% de personas con este problema. Tomar muchas pastillas puede conllevar problemas como una reducción en la adherencia al tratamiento, efectos adversos e interacciones entre los fármacos, aumento en las hospitalizaciones y peor calidad de vida en general.

Las medicaciones deben ser revisadas periódicamente

En muchas ocasiones las recetas se acumulan al tener que tratar diferentes problemas de salud, que suelen aparecer a medida que se cumplen años, como son la diabetes, cardiopatías, hipertensión o artritis, lo que acaba causando que cada vez se tomen más pastillas. Otras veces lo que sucede es que se siguen tomando medicamentos que ya no son necesarios.

Entre los medicamentos más consumidos por los pacientes polimedicados se encuentran: los fármacos para la hipertensión arterial (como bloqueadores de los receptores de angiotensina II), para tratar el colesterol (estatinas), la diabetes (insulina), analgésicos o antiinflamatorios, medicamentos para problemas gastrointestinales (inhibidores de la bomba de protones), suplementos vitamínicos, anticoagulantes u otros fármacos para tratar enfermedades crónicas como la enfermedad cardiovascular, el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El papel clave del farmacéutico en la detección de polimedicados

Para evitar esta situación los profesionales de la salud, como médicos o farmacéuticos, pueden revisar de manera periódica la medicación de sus pacientes, detectando de manera temprana si hay que actualizar o suprimir la toma de algunas de las pastillas, lo que se conoce como deprescripción. Estos son algunas de las situaciones que pueden requerir de la revisión de la medicación:

  • Cuando se presenten cambios clínicos o vitales importantes, como ingresos hospitalarios, nuevos diagnósticos o situación de terminalidad.
  • Aparición de nuevos síntomas o evolución de los procesos crónicos.
  • Renovación del tratamiento en casos de enfermedades crónicas.
  • Alertas sanitarias o interacciones detectadas.

En cuanto a los tipos de fármacos que se pueden deprescribir son:

  • Aquellos que estén duplicados.
  • Los que han generado efectos adversos en el paciente.
  • Medicamentos que actualmente no sean necesarios.
  • Aquellos indicados para paliar las reacciones adversas de fármacos ya retirados.
  • Los que son de uso irregular para procesos banales.
  • Fármacos sin evidencia clara de eficacia.

Los farmacéuticos son los profesionales sanitarios más cercanos para la población, por ello, su papel es clave en la detección de pacientes polimedicados o que usen de manera errónea los medicamentos. Estos profesionales tienen la capacidad de identificar las interacciones farmacológicas y de esta manera contribuir a la optimización del tratamiento crónico del paciente, en colaboración con los médicos prescriptores, y mejorar la calidad de vida de las personas.