Atrás Estos son los medicamentos que con más frecuencia se asocian a reacciones alérgicas

Estos son los medicamentos que con más frecuencia se asocian a reacciones alérgicas

Algunas familias de medicamentos dan más problemas de alergia que otras. Saber cuáles son ayuda al farmacéutico a detectar signos de alarma y a orientar mejor al paciente.

Prick test

Escrito porRedacción MF

Publicado: 10 diciembre 2025

Las alergias a medicamentos no son muy frecuentes, pero cuando aparecen pueden generar preocupación y, en ocasiones, complicaciones importantes. Aunque cualquier fármaco puede causar una reacción alérgica, en la práctica diaria se observa que son ciertos grupos los que están detrás de la mayoría de los casos. 

Para el farmacéutico, conocerlos bien y saber cómo identificar las señales de las reacciones alérgicas es clave para ofrecer una atención segura y cercana a los pacientes que acuden a la farmacia.

Antibióticos, principales responsables de las alergias

Los antimicrobianos continúan siendo una de las causas más frecuentes de alergia a los medicamentos, tanto en adultos como en niños. Los betalactámicos son los protagonistas más habituales, las penicilinas y cefalosporinas pueden originar reacciones inmediatas mediadas por la inmunoglobulina E (IgE), que se manifiestan con síntomas como urticaria, angioedema o incluso anafilaxia. Además, la posibilidad de reactividad cruzada entre ambos subgrupos obliga a extremar la precaución en pacientes con antecedentes.

Por otro lado, las sulfonamidas pueden desencadenar reacciones graves en la piel, un motivo adicional para realizar siempre una historia de alergias detallada antes de dispensar cualquier medicamento.

Antiinflamatorios

Los antiinflamatorios no esteroideos se encuentran entre los medicamentos que más reacciones provocan. Sus síntomas pueden ser variados, desde urticaria, angioedema, intensificación del asma o, en casos menos comunes, anafilaxia.

El farmacéutico puede valorar antecedentes y orientar sobre la necesidad de consultar al médico si se producen síntomas tras su uso, sobre todo cuando el paciente tiene asma o reacciones previas.

Agentes antineoplásicos

Algunos fármacos utilizados en los tratamientos con quimioterapia pueden provocar reacciones de hipersensibilidad, desde casos más leves a casos más graves. Dado que estos medicamentos se administran en entornos hospitalarios, el manejo se realiza bajo estricta supervisión médica. Aun así, la farmacia comunitaria debe conocer esta posibilidad para ofrecer un adecuado acompañamiento al paciente oncológico y reforzar la importancia de comunicar cualquier síntoma tras los ciclos.

Excipientes: los grandes olvidados

Aunque menos comunes, los excipientes que contienen los fármacos también pueden causar alergias. Un ejemplo de esto es la presencia de proteínas del huevo en algunas vacunas. En la mayoría de los casos, las cantidades son mínimas y no interfieren en su administración en personas con alergia alimentaria, pero siempre se debe consultar al equipo sanitario responsable. La farmacia debe contribuir a aclarar estos matices y evitar miedos infundados.

Síntomas y diagnóstico de la alergia a medicamentos

Las reacciones más leves incluyen dermatitis de contacto, erupciones cutáneas u hormigueo y picor. Ante estos cuadros, lo primero que se debe recomendar es la retirada del fármaco y la valoración médica. Con esto podría ser suficiente, pero en algunos casos se requiere la toma de antihistamínicos.

Las reacciones moderadas o graves pueden requerir corticoides y una vigilancia estrecha. En el caso de anafilaxia, la adrenalina intramuscular es el tratamiento adecuado y debe administrarse de forma inmediata en un entorno sanitario.

Las pruebas cutáneas, como el prick-test o las intradérmicas, son métodos fiables y seguros para confirmar el diagnóstico. También pueden emplearse pruebas de provocación controladas en centros sanitarios cuando los resultados no son concluyentes.

El farmacéutico debe recordar al paciente que estos procedimientos no son capaces de predecir reacciones futuras en personas sin antecedentes, sino que se aplican cuando ya existe sospecha clínica o episodios previos.