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Consejos para abordar las enfermedades cardiovasculares desde la farmacia

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo ¿Podemos desde la farmacia contribuir a su prevención? 

Consejos para abordar las enfermedades cardiovasculares desde la farmacia

Escrito porRedacción MF

Publicado: 29 septiembre 2023

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, cobrándose más de 17,9 millones de vidas al año. Unos datos especialmente preocupantes si tenemos en cuenta que los principales factores de riesgo de estas enfermedades, entre las que están incluidas las cardiopatías coronarias y enfermedades y accidentes cerebrovasculares, se podrían prevenir.

Muchas de estas muertes podrían evitarse con algunos buenos hábitos como una dieta sana y variada, actividad física regular y evitando el consumo de sustancias nocivas como la sal, el alcohol y el tabaco. El farmacéutico es una parte clave del equipo de asistencia sanitaria, y al ser el más accesible tiene un papel esencial en la detección, prevención y seguimiento de este tipo de patologías.

Varios estudios, como uno publicado en la revista Openheart, se han centrado en la efectividad de la intervención del farmacéutico en el manejo de las enfermedades cardiovasculares. Según se expone en esa investigación “el farmacéutico puede desempeñar un papel relevante en la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiovasculares, principalmente a través de la educación y el asesoramiento al paciente, la gestión de la seguridad de los medicamentos, la revisión, la monitorización y la conciliación de la medicación, la detección y el control de factores de riesgo cardiovascular específicos (p. ej., presión arterial, glucosa en sangre, lípidos séricos) y sus resultados clínicos”.

Por tanto, las labores más eficaces en las que puede contribuir el farmacéutico respecto a las enfermedades cardiovasculares se pueden resumir en tres acciones que mejoran el pronóstico de las personas a largo plazo, reduciendo las cifras de mortalidad y el número de hospitalizaciones. Estas serían:

  • Divulgar y aconsejar en la prevención.
  • Detectar el incumplimiento en la toma de la medicación.
  • Proponer un seguimiento farmacoterapéutico.

La farmacia un punto de contacto clave en la prevención

Teniendo en cuenta que los factores de riesgos modificables son la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipemia, el tabaquismo y la obesidad, desde la farmacia se podrían aconsejar acciones concretas que contribuyan a su conocimiento:

  • Dejar de fumar, si es necesario con ayuda farmacológica.
  • Reducir la ingesta de calorías, especialmente todas aquellas procedentes  de grasas por su alto impacto en la dislipemia.
  • Mantener un peso corporal y unos niveles de colesterol dentro de valores normales.
  • Reducir o evitar el consumo de alcohol.
  • Realizar ejercicio físico, recomendando aquellas acciones que por el perfil de paciente puedan estar a su alcance

Detectar el incumplimiento en la toma de medicación

Una parte de los pacientes con enfermedades cardiovasculares olvidan tomar su medicación o incluso no llegan a retirarla nunca de las farmacias. Este es otro punto donde los farmacéuticos pueden estar alerta y dar una voz de alarma que permita revertir la situación.

Desde el mostrador se puede ayudar a los pacientes a tomar conciencia de la importancia de seguir las pautas de toma de fármacos establecida por el médico, además, también de ayudar a resolver todas las dudas que puedan tener en relación con la medicación. 

Otra buena manera de conseguir una mayor adherencia al tratamiento es mediante el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD), en el que el farmacéutico organiza la medicación por días para que la persona solo tenga que sacar las pastillas correspondientes a la casilla del día.

Realizar un seguimiento farmacológico personalizado

Desde la farmacia se puede trabajar junto con otros profesionales de la salud con la finalidad de conseguir que el paciente mejore su calidad de vida, gracias al seguimiento personalizado y al consejo farmacéutico que contribuirán a la adherencia, a evitar problemas relacionados con la medicación y a la mejora de los hábitos. Según el documento de Consenso sobre Atención Farmacéutica del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social “este servicio implica un compromiso, y debe proveerse de forma continuada, sistematizada y documentada, en colaboración con el propio paciente y con los demás profesionales del sistema de salud”.