Estos son los beneficios del Sistema Personalizado de Dosificación (SPD)
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Estos son los beneficios del Sistema Personalizado de Dosificación (SPD)
Esta herramienta se ha convertido en un recurso esencial para mejorar la adherencia y seguridad en el tratamiento de pacientes polimedicados. Estas son todas sus ventajas.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 05 agosto 2025
En los últimos años, el modelo asistencial farmacéutico ha evolucionado hacia una atención más personalizada y proactiva a los pacientes. Uno de los servicios que mejor refleja esta transformación es el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD), una herramienta que mejora la adherencia terapéutica y permite al farmacéutico realizar un mejor seguimiento del tratamiento que está llevando el paciente.
El SPD consiste en la preparación de la medicación necesaria en dispositivos tipo blíster, organizados por días de la semana y momentos del día (mañana, mediodía, tarde y noche). Esta presentación ayuda al paciente a saber con precisión qué tomar y cuándo, evitando así posibles errores de administración que pueden poner en riesgo la efectividad del tratamiento o incluso generar problemas para su salud.
¿Por qué es necesario un sistema como el SPD?
Numerosos estudios han indicado que alrededor del 50% de los pacientes que están polimedicados no siguen adecuadamente las pautas prescritas por su médico. Esto suele deberse a múltiples factores como olvidos, dificultades cognitivas, confusión entre medicamentos, efectos secundarios mal gestionados o simplemente falta de comprensión del tratamiento.
Además, no se trata únicamente de una ayuda para el paciente, sino también de un recurso importante para cuidadores, familiares y profesionales sanitarios, que encuentran en este sistema una forma clara y accesible de supervisar la correcta administración de los tratamientos.
Beneficios del SPD
Estas son algunas de las ventajas que proporciona el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD):
- Mejora de la adherencia terapéutica: el cumplimiento del tratamiento es más fácil cuando el paciente no tiene que pensar qué medicación tomar en cada momento. El SPD elimina la complejidad de manejar varios envases o recordar horarios concretos.
- Reducción de errores en la administración: al preparar el SPD, el farmacéutico revisa cada pauta, detecta posibles interacciones y organiza los medicamentos siguiendo la prescripción médica. Esto reduce posibles riesgos como la duplicación de dosis o la toma incorrecta.
- Seguridad y tranquilidad: tanto para el paciente como para sus familiares o cuidadores, saber que la medicación está correctamente organizada aporta tranquilidad y confianza en el tratamiento. Además, el envase del SPD permanece cerrado hasta su uso, garantizando la integridad del contenido.
- Seguimiento farmacoterapéutico continuado: la preparación periódica del SPD implica una revisión regular de la medicación, lo que permite al farmacéutico detectar cambios, desajustes o síntomas de descompensación clínica y derivarlos al médico si es necesario.
- Optimización de recursos y sostenibilidad: el SPD permite ajustar con mayor precisión las cantidades de medicación necesarias, lo que ayuda a reducir el desperdicio de medicamentos. Además, mejora la eficiencia en la gestión de tratamientos complejos.
- Apoyo a los cuidadores: en el caso de personas dependientes, mayores o con discapacidad, el SPD facilita la tarea de los cuidadores, que pueden asegurarse de que el tratamiento se está siguiendo sin errores ni omisiones.
El papel activo del farmacéutico
Uno de los grandes valores añadidos del SPD es que refuerza el rol asistencial del farmacéutico. La implementación de este sistema conlleva la creación de una ficha personalizada de cada paciente, entrevistas de seguimiento y una coordinación directa con el equipo médico.
El farmacéutico, además de preparar los dispositivos, también realiza tareas de verificación de compatibilidades, monitorización de efectos adversos, y formación al paciente o cuidador sobre la medicación incluida en el sistema.
Claves para la implementación y gestión
Para que un paciente pueda beneficiarse del SPD, es necesario formalizar una solicitud, firmada por él y su médico de cabecera, y realizar una primera entrevista en la que se analizan sus hábitos, necesidades específicas y tratamiento actual. A partir de ahí, el farmacéutico establece un calendario de revisión periódica y adapta el sistema a los posibles cambios que surjan.
La clave del éxito del SPD radica en la personalización y la continuidad, así como en la confianza entre el paciente y el profesional que supervisa su tratamiento.