La Enfermedad Venosa Crónica, una patología que afecta al 60% de la población mundial
Atrás La Enfermedad Venosa Crónica, una patología que afecta al 60% de la población mundial
Detrás del mostrador
La Enfermedad Venosa Crónica, una patología que afecta al 60% de la población mundial
La enfermedad venosa crónica afecta al 60 % de la población, especialmente en mujeres, y aun así sigue infradiagnosticada. La farmacia juega un papel clave en su detección precoz.

Escrito porRedacción MF
Publicado: 22 abril 2025
La Enfermedad Venosa Crónica (EVC) es la patología vascular más frecuente a nivel mundial. Se estima que afecta a seis de cada diez personas, siendo las mujeres el grupo más vulnerable, con un 64% de los casos. Sin embargo, aunque tiene una alta incidencia, continúa habiendo un diagnóstico y tratamiento todavía inferior al que debería ser.
Ahora, una colaboración entre varias sociedades científicas ha dado lugar al documento “Actualización Estratégica Multidisciplinar sobre la Enfermedad Venosa Crónica”. En él se ofrece una visión completa de esta patología, ya que está narrado por expertos en cirugía vascular, atención primaria y farmacia comunitaria. En este informe se destaca la importancia de un abordaje transversal en el manejo y prevención de esta enfermedad.
Impacto clínico y social de la enfermedad venosa crónica
Los principales síntomas de la EVC son la sensación de pesadez en las piernas, calambres, hinchazón, varices o arañas vasculares, que pueden evolucionar hacia complicaciones más graves como las úlceras venosas. Además, estudios realizados recientemente han vinculado esta patología con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, incluyendo la aterosclerosis y la trombosis.
Según algunos expertos, esta enfermedad ha sido infravalorada por no presentar una amenaza inmediata para la vida. Sin embargo, su impacto en la calidad de vida de los pacientes y en el gasto sanitario es considerable.
Un reto para la farmacia comunitaria
Un diagnóstico temprano de esta enfermedad permitiría evitar complicaciones y reducir visitas médicas. Aquí es donde la farmacia comunitaria puede actuar como un punto clave de cribado, información y derivación.
Para ello, es importante que los farmacéuticos estén atentos a signos y síntomas frecuentes que los pacientes pueden mencionar al acudir al mostrador de la farmacia. La sensación persistente de pesadez en las piernas, la aparición de varices visibles, calambres nocturnos o la hinchazón en tobillos, especialmente al final del día, podrían ser posibles indicadores de EVC, especialmente en personas mayores o que tienen factores de riesgo como el sedentarismo, la obesidad o antecedentes familiares.
Los farmacéuticos pueden informar a los pacientes sobre la importancia de observar estos signos y registrar su evolución, además de recomendarles acudir al médico si los síntomas persisten o empeoran. Todo ello sin olvidar la importancia de ayudar a fomentar hábitos saludables que contribuyan a mejorar la circulación, como:
- La actividad física regular, especialmente caminar o ejercicios que favorezcan el retorno venoso.
- Una dieta equilibrada, baja en sal y rica en frutas, verduras y fibra para prevenir el estreñimiento, un factor agravante de la enfermedad venosa crónica.
- La hidratación adecuada a lo largo del día, clave para el correcto funcionamiento del organismo.
- La utilización correcta de medias de compresión, asegurándose de que los pacientes comprenden su función y saben colocarlas correctamente.
- Las posturas perjudiciales, como permanecer de pie o sentado durante largos periodos sin moverse, e indicar pequeñas rutinas de movimientos o elevación de piernas.