Los riesgos del estrés psicológico materno en el embarazo
Atrás Los riesgos del estrés psicológico materno en el embarazo
Formación continua
Los riesgos del estrés psicológico materno en el embarazo
Las alteraciones en el estado físico y emocional de una mujer gestante pueden repercutir sobre el neurodesarrollo infantil.
Escrito porRedacción MF
Publicado: 27 noviembre 2024
Un feto no es ajeno a los estímulos externos. Y mucho menos al estado de ánimo y a las condiciones que rodean a su madre. En concreto, el estrés que sufre una mujer gestante podría tener repercusiones en el futuro recién nacido, como por ejemplo el aumento del riesgo de alteraciones en el neurodesarrollo infantil. Así se desprende de un estudio llevado a cabo por investigadores españoles y publicado en Behavioral Sciences.
Si bien siempre ha habido una percepción de que lo que afecta a la madre acaba repercutiendo de alguna manera en el niño desde que está en la placenta, se sigue aportando evidencia científica al respecto. Y, en este caso, los periodos puntuales de estrés intenso, o los prolongados de estrés constante, refuerzan la idea de que el periodo intrauterino se caracteriza por una alta sensibilidad en el desarrollo del embrión y, posteriormente, en el feto.
De hecho, es “un momento de máxima vulnerabilidad para el desarrollo embrionario y fetal” que corrobora que los niveles de estrés materno están muy vinculados al desarrollo cerebral neonatal, escriben los investigadores en el trabajo. Las conclusiones llegan tras hacer una revisión basada en una muestra de más de 1,3 millones de madres y recién nacidos en varios países, como Estados Unidos, China, Chile, Canadá, Australia e India.
Incluso otras investigaciones apuntan a que, más allá del efecto sobre el recién nacido, el estrés también perjudica las vías de comunicación directa entre madre y feto.
La importancia de reducir los niveles de estrés
Una vez detectada la correlación entre estrés y afectación en el feto y posterior recién nacido, los investigadores sugieren que unas condiciones beneficiosas en el entorno de la madre permiten el desarrollo cerebral saludable durante las primeras etapas de la vida del bebé. También durante los primeros años del niño.
De ahí que, entre las recomendaciones, se destaque la importancia de “mejorar el cuidado de la salud mental de las mujeres embarazadas”. Y que se haga más énfasis sobre este aspecto cuando viven “momentos de crisis en los que los niveles de estrés son mayores”. “La salud de las madres y de las futuras generaciones dependen de este cuidado óptimo de la salud mental durante el embarazo”, añaden.
Por tanto, fomentar los ambientes relajados e incluso llevar a cabo prácticas que permitan que la embarazada consiga un estado de serenidad son fundamentales. Incluso controlar la respiración para disminuir la segregación de cortisol es una práctica alternativa válida ante el consenso cada vez mayor de que la respiración tiene efectos beneficiosos sobre todo el organismo.