Atrás Dime tu edad y te diré el suplemento que tienes que tomar: una guía para cuidar tu salud en cada etapa de la vida

Dime tu edad y te diré el suplemento que tienes que tomar: una guía para cuidar tu salud en cada etapa de la vida

El asesoramiento profesional del farmacéutico o el médico antes de iniciar cualquier suplementación es esencial, ya que te permitirá adaptar las dosis y elegir productos de calidad y eficacia probada.

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Escrito porMª Dolores Moreno

Consejera de Cofares y miembro del Comité Editorial de Mundo Farmacéutico

Publicado: 13 noviembre 2025

Con el paso de los años, las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo cambian. La alimentación equilibrada sigue siendo la base de una buena salud, pero en muchas ocasiones no es suficiente para cubrir todos los requerimientos, ya sea por el ritmo de vida, cambios hormonales o la propia absorción de nutrientes. Como farmacéutica, mi recomendación es siempre consultar antes de iniciar cualquier suplementación, pero conocer qué necesita tu organismo en cada etapa puede ayudarte a elegir mejor.

De los 20 a los 30 años: energía y prevención

En esta etapa el cuerpo suele funcionar a pleno rendimiento, pero el estrés, las dietas desequilibradas o la falta de sueño pueden pasar factura.

  • Multivitamínicos y minerales: pueden ayudar a compensar carencias puntuales, especialmente en personas con dietas restrictivas, porque mejoran la energía, la concentración y refuerzan el sistema inmunitario.
  • Omega-3: contribuye a mantener la función cerebral y cardiovascular, además de ayudar en casos de piel seca o inflamación.
  • Antioxidantes (vitamina C, E y selenio): el estrés, el tabaco o la contaminación aumentan la producción de radicales libres y estos combaten el daño oxidativo y ayudan a mantener la piel joven.
  • Hierro y ácido fólico: importantes en mujeres con menstruaciones abundantes o que planean un embarazo.

De los 30 a los 40 años: equilibrio hormonal y control del estrés

A partir de los 30, comienza un lento descenso en la producción de colágeno y hormonas, lo que puede influir en el metabolismo, la piel y el estado de ánimo.

  • Colágeno con vitamina C: ayuda a mantener la firmeza de la piel y la salud de las articulaciones.
  • Antioxidantes (vitamina C, E, selenio, zinc): el estrés, el tabaco o la contaminación aumentan la producción de radicales libres.
  • Magnesio y complejo B: esenciales para el sistema nervioso, especialmente en épocas de estrés o fatiga.
  • Probióticos: fortalecen la microbiota intestinal, clave para una buena digestión y un sistema inmune fuerte.
  • Coenzima Q10: mejora la energía celular y protege frente al envejecimiento prematuro.

De los 40 a los 50 años: cuidar el metabolismo y las hormonas

En esta etapa suelen producirse cambios hormonales importantes, sobre todo en mujeres, que pueden afectar al peso, la densidad ósea o el sueño. Esta etapa es importante porque no se trata de rejuvenecer, sino de mantener la funcionalidad y prevenir enfermedades.

  • Calcio, vitamina D y magnesio: trío fundamental para prevenir la pérdida ósea.
  • Isoflavonas de soja y omega-3: útiles en el manejo de síntomas de la perimenopausia y el colesterol.
  • Vitamina E, Selenio y zinc: ayudan a proteger las células del estrés oxidativo y mejoran el aspecto de la piel.
  • Coencima Q10: apoya la función cardiaca y energética.
  • Polifenoles (resveratrol y curcumina): efecto antioxidante y antiaging.

A partir de los 50 años: proteger huesos, corazón y memoria

El envejecimiento celular y la menor absorción de nutrientes hacen que la suplementación adquiera un papel más relevante. En esta etapa nos encontramos con cambios más profundos, pérdida de masa muscular, sarcopenia, pérdida de masa ósea, osteopenia u osteoporosis, riesgo cardiovascular y cambios en la función cognitiva y visual.

  • Vitamina D, calcio y vitamina K2: fundamentales para la salud ósea y cardiovascular.
  • Omega-3 (EPA y DHA): contribuye al mantenimiento de la función cerebral y reduce el riesgo cardiovascular.
  • Complejo antioxidante (vitamina C, E, selenio, zinc, resveratrol): ayuda a combatir la inflamación y el deterioro cognitivo.
  • Magnesio y triptófano: pueden favorecer el sueño y mejorar el estado de ánimo.
  • Coencima Q10: mejora la energía celular y la función cardiaca

Un consejo final desde la farmacia

Los complementos alimenticios pueden ser grandes aliados, pero nunca sustituyen a una dieta variada, ejercicio regular y buenos hábitos de descanso. Además, no todas las personas necesitan los mismos suplementos: factores como el sexo, el nivel de actividad, patologías previas o medicación pueden modificar las recomendaciones.

Por eso, antes de iniciar cualquier suplementación, consulta siempre con tu farmacéutico o médico. Un asesoramiento profesional te permitirá adaptar las dosis y elegir productos de calidad y eficacia probada.

Cuidarse según la edad no es solo una cuestión estética: es una forma de garantizar un bienestar integral a lo largo de la vida.

 

 

María Dolores Moreno es consejera de Cofares y miembro del Comité Editorial de Mundo Farmacéutico.