Aplicación de robótica en la distribución: el futuro ya es presente

Cuando hablamos de robótica aplicada a la distribución, nos estamos refiriendo a la utilización de robots y otras máquinas con sistemas inteligentes que permiten automatizar determinadas tareas. Así, nos encontramos con el empleo de brazos y maquinaria automatizada, drones, sistemas RFID o vehículos robóticos, entre otros. 

En cuanto a las tareas que se pueden llevar a cabo, destacan la organización, reposición y búsqueda de productos en el almacén, así como su traslado y reparto. En definitiva, gracias a esta tecnología se facilita la ejecución de las tareas, maximizándose la eficiencia y la productividad, y optimizándose el flujo de trabajo.

 

Ventajas de la robótica en logística

¿Cuáles son las ventajas que conlleva aplicar la robótica en el sector logístico? A continuación, destacamos algunas de ellas:

• Mayor agilidad en la preparación de envíos con una también mayor precisión en las entregas (selección de la mejor ruta, identificación de obstáculos, adaptación a distintas condiciones meteorológicas…).
• Posibilidad de conectar de manera remota para hacer un seguimiento del trabajo realizado. 
• Reducción de costes y aumento de la productividad.
• Localización inmediata en almacén de cualquier producto.
• Agilización de las tareas de picking y movilización, con un incremento de la seguridad para los empleados.
• Alto grado de personalización de la tarea desarrollada por cada robot.
• Mejora de la experiencia del empleado, ya que la labor del robot se puede adaptar a sus necesidades.

Cabe destacar, por tanto, que la implantación de robótica no implica la desaparición del factor humano. Se trata, más bien, de una manera complementaria de mejorar los procesos en los que el empleado y el robot forman un tándem perfecto.

 

Contras de su implementación

Aunque son innegables los beneficios de la utilización de la robótica en el sector de la distribución, hay que tener en cuenta también algunas desventajas. La primera de ellas tiene que ver con el área económica y es el alto coste inicial que puede suponer dotar a las instalaciones de este tipo de maquinaria.

A esto hay que añadir la alta complejidad que supone su manipulación, que puede obligar a contratar a personal especializado o a impartir cursos formativos. También es importante contar con espacio suficiente, así como ser capaces de definir un flujo de trabajo eficiente y adaptado a ese espacio disponible.

Otro hándicap está directamente relacionado con los puntos débiles del uso general de la tecnología. Nos referimos a la posibilidad de que este tipo de maquinaria pueda ser hackeada o que se vea afectada por circunstancias externas como los apagones o fenómenos medioambientales que dejen sin electricidad las instalaciones. De este modo, la producción se vería interrumpida, con las consiguientes consecuencias a nivel empresarial.