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Curiosidades sobre la dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que afecta a cerca del 5% de los adultos, una cifra que puede subir hasta el 20% cuando se habla de niños. Repasamos algunas curiosidades sobre este trastorno crónico y prolongado con motivo de la celebración de su Día Mundial.

Curiosidades sobre la dermatitis atópica

Escrito porRedacción MF

Publicado: 12 septiembre 2023

Piel seca, descamada e irritable con una evolución a brotes en los que los síntomas se agudizan caracterizan la dermatitis atópica, una patología marcada por el cuidado constante y prolongado en el tiempo que cada 14 de septiembre conmemora su Día Mundial en el intento de visibilizar y concienciar a la población sobre el impacto de esta enfermedad, cada vez más frecuente.

Con la incidencia al alza en las últimas tres décadas, las investigaciones continúan buscando la causa originaria de la dermatitis atópica mientras algunos estudios apuntan a una vinculación con otras patologías como el asma o la fiebre del heno.

La erupción en el caso de los adultos afecta principalmente al cuello, los pliegues de los codos, las manos, los pies, las pantorrillas y la cara y el cuero cabelludo. Por su parte, en el caso de los niños y los bebés las zonas afectadas son algo diferentes.

Respecto a los problemas relacionados que acusan los pacientes con dermatitis atópica, destaca la falta de sueño, el estrés o la baja autoestima derivada del malestar provocado por la enfermedad. 

Posibles factores de la dermatitis atópica

Determinados estudios apuntan al factor genético como uno de los condicionantes de esta patología, de modo que si uno de los padres la padece el riesgo de los hijos se incrementa.

Asimismo, las investigaciones también hablan de la influencia del clima, siendo más perjudiciales los lugares con climas fríos, o el género al ser las mujeres las que tienen una propensión algo mayor de padecerla.

Un bucle sin final de picor y rascado

La piel atópica no cuenta con los factores hidratantes naturales como son los aminoácidos o los lípidos que la protegen, eso hace que la barrera cutánea sea débil.

Por todo ello, los síntomas de la dermatitis atópica se convierten en factores desencadenantes de un ciclo de picor y rascado: como la piel está seca y pica, los pacientes se rascan afectando a la barrera de la piel de modo que las capas subyacentes quedan expuestas y son más vulnerables a las infecciones, provocando las bacterias una irritación que hace que el picor persista.