Del vaper al snus: la nueva y peligrosa tendencia popularizada en TikTok

En los últimos tiempos, se ha observado un aumento significativo en el consumo de snus y nicotine pouches, especialmente entre los jóvenes. Este fenómeno está generando alarma en la comunidad farmacéutica, quienes advierten sobre las posibles consecuencias negativas para la salud, especialmente en poblaciones vulnerables.

El snus, un producto que tiene sus raíces en Suecia, se ha convertido en un hábito cada vez más común en varios países. Se trata de pequeñas bolsas de tabaco que se colocan entre la encía y el labio, liberando nicotina de manera constante. Aunque tradicionalmente el snus contenía tabaco, en los últimos años ha surgido una versión que utiliza nicotina sintética, conocida como nicotine pouches, que se está popularizando rápidamente entre los jóvenes.

Estas bolsas de nicotina tienen un efecto estimulante y adictivo similar al de los cigarrillos tradicionales y algunos dispositivos electrónicos de vapeo. Según datos de Suecia, el snus es consumido por un 19% de la población, superando el consumo de cigarrillos, que se sitúa en un 10%. Este aumento podría estar influenciado por la percepción errónea de que, al no implicar combustión, estos productos son menos dañinos, lo cual es una idea equivocada.

El papel de las redes sociales en la expansión del consumo

Aunque el uso de nicotine pouches entre los jóvenes aún es relativamente bajo, su popularidad está creciendo rápidamente, impulsada por redes sociales como TikTok. Influencers con gran número de seguidores han contribuido a que estos productos ganen visibilidad, lo que ha generado preocupación entre los profesionales de la salud, que temen que se repita un fenómeno similar al de los dispositivos de vapeo.

Impacto sobre la salud: un riesgo subestimado

La nicotina, lejos de ser una sustancia inofensiva, tiene efectos perjudiciales significativos en la salud. Según los expertos, la cantidad de nicotina en los snus puede ser de dos a seis veces mayor que en los cigarrillos convencionales, lo que aumenta el riesgo de desarrollar adicción y otros problemas de salud. Aunque estos productos eliminan algunos de los peligros asociados a la combustión del tabaco, no están exentos de riesgos.

La nicotina afecta principalmente al sistema nervioso, produciendo efectos estimulantes que contribuyen a la dependencia. Además, puede provocar problemas cardiovasculares, daño en las arterias y alteraciones en la coagulación. En casos de intoxicación grave, los síntomas pueden incluir convulsiones y problemas respiratorios, lo que subraya la gravedad del consumo de estos productos.

Se han identificado tres grupos especialmente vulnerables a este tipo de droga, que son los niños, adolescentes y no fumadores; pacientes con problemas cardiovasculares; y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En mujeres embarazadas, la nicotina puede aumentar el riesgo de muerte fetal, lo que resalta la necesidad de controlar su uso.

Además, la exposición prolongada a los químicos presentes en el snus puede causar irritación y daño en los tejidos bucales, y en algunos casos, puede derivar en displasia, es decir, la alteración irreversible del ADN. Estudios también han mostrado un aumento en la incidencia de cáncer oral y faríngeo entre los usuarios de snus, aunque los nicotine pouches aún no han mostrado pruebas concluyentes de ser cancerígenos, según el Instituto de Salud Pública de los Países Bajos (RIVM).

La regulación, un desafío pendiente

La legislación europea actualmente prohíbe la venta de productos de tabaco diseñados para absorción bucal, con excepción de Suecia. Sin embargo, esta prohibición no se aplica a productos como las nicotine pouches, que contienen nicotina pero no tabaco. Esto ha llevado a una disparidad en la regulación entre los Estados miembros, con algunos países prohibiendo su venta mientras otros permiten su comercialización libremente.

Por ello, los expertos están haciendo un llamado a legislar con urgencia en países como España, donde estos productos no están incluidos en la normativa actual sobre el tabaco. La falta de regulación podría llevar a un grave problema de salud pública si la popularidad de estos productos continúa en aumento.