Consejos para abordar el herpes labial

El herpes labial es una infección viral común que está causada por el virus del herpes simple (VHS-1). Aunque generalmente no es grave ni deja cicatrices, sí que puede ser molesto y recurrente.

Esta afección se manifiesta como pequeñas ampollas llenas de líquido que aparecen alrededor o sobre los labios aunque, de forma menos frecuente, también pueden aparecer en la parte interior de la boca. Su origen es el virus VHS-1, conocido como virus del herpes simple, que tiene estrecha relación con el que causa el herpes genital (VHS-2). 

Causas del herpes labial

Según explican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos son algunos de los factores que pueden desencadenar la activación del virus y la aparición de ampollas:

• Malestar o fiebre.
• Exposición al sol.
• Menstruación.
• Lesiones.
• Estrés emocional.
• Una intervención quirúrgica.

El contagio de este virus ocurre a través del contacto cercano, como los besos, y puede transmitirse de una persona a otra incluso en ausencia de llagas visibles. Una vez que una persona se contagia por primera vez del VHS-1, el virus permanece inactivo en las células nerviosas de la piel y puede volver a surgir con el paso del tiempo.

Aunque el herpes labial suele desaparecer en unas dos o tres semanas sin tratamiento, es crucial buscar atención médica en casos de sistema inmunológico debilitado, persistencia de síntomas, recurrencias frecuentes o irritación ocular.

Consejos para tratar y prevenir el herpes labial

• Evitar el contagio: Se aconseja no besar ni tocar la piel de otras personas con un herpes labial activo y evitar compartir toallas o cualquier otro tejido que pueda estar en contacto con las ampollas.
• Autocuidado durante los brotes: No manipular las ampollas durante un brote y prevenir el contacto con niños, personas con eccemas o inmunodeprimidas.
• Medidas de higiene personal: Lavarse las manos a menudo, y siempre antes de tocar a otros. Es recomendable evitar tocarse otras partes del cuerpo para prevenir el autocontagio.
• Evitar el contagio alimentario: No compartir alimentos o bebidas con otras personas durante un brote.
• Cuidado de la alimentación: Los alimentos y bebidas que puedan causar dolor o escozor en las lesiones no son recomendables.
• Protección contra el sol y el frío: Aplicar protector solar en los labios y su área circundante para evitar la reaparición durante la exposición al sol. Es apropiado protegerlos del frío de manera habitual con cremas hidratantes.
• Control del estrés y descanso: Practicar técnicas de relajación para reducir el estrés, uno de los desencadenantes del herpes labial. Es importante dormir lo suficiente y mantener una dieta equilibrada.
• Otras medidas efectivas para reducir el dolor y evitar las irritaciones son: aplicar hielo sobre la úlcera, evitar las bebidas calientes y los alimentos picantes, salados o ácidos, y comer alimentos fríos o helados.

Asesoramiento farmacéutico

Los farmacéuticos desempeñan un papel fundamental al orientar a los pacientes sobre tratamientos efectivos y prácticas saludables para prevenir la propagación del virus del herpes. Además, desde la oficina de farmacia se puede aconsejar sobre productos de venta libre para acelerar la cicatrización y aliviar el malestar, como cremas o parches.

Algunos pacientes pueden optar por tratamientos alternativos como la suplementación con lisina, propóleos o cremas de ruibarbo y salvia, así como árbol de té, que parece ser eficaz según estudios como el publicado en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy. Sin embargo, se aconseja la consulta con un profesional sanitario para evaluar su efectividad y seguridad.