Hiperémesis gravídica: en busca de un medicamento para los vómitos en el embarazo

Vomitar durante el embarazo es considerado normal, pero cuando esta experiencia se convierte en una lucha diaria que amenaza la salud de la madre y del bebé, surge la hiperémesis gravídica (HG). Esta enfermedad, que afecta al 1-2% de las embarazadas, se caracteriza por náuseas severas, vómitos persistentes y, en casos extremos, hospitalización. Históricamente, las mujeres que padecían hiperémesis gravídica eran culpadas y desestimadas, pero gracias a la dedicación de la genetista Marlena Fejzo, la percepción de esta condición está cambiando.

Cuando Fejzo se quedó embarazada por primera vez en 1996, experimentó vómitos tan intensos que la dejaron postrada en la cama durante semanas. Las críticas y la falta de comprensión la llevaron a soportar el sufrimiento en silencio. En su segundo embarazo en 1999, la situación empeoró, y la desesperación la llevó a recibir hasta siete medicamentos diferentes, sin embargo, ninguno proporcionó alivio. También fue acusada de fingir sus síntomas y desgraciadamente su bebé no sobrevivió.

Descubriendo la causa: el rol del GDF15

La tragedia de Fejzo la inspiró a dedicar su carrera a descubrir la raíz de la hiperémesis gravídica. Su reciente estudio, publicado en la revista Nature, ha identificado una hormona clave, el GDF15, segregada por el embrión durante las primeras etapas del crecimiento, como la responsable de las náuseas y vómitos del embarazo. Contrariamente a lo que se creía, se descubrió que algunas mujeres generan cantidades insuficientes de esta hormona, volviéndolas hipersensibles al aumento durante el embarazo.

Los hallazgos de Fejzo ofrecen una nueva perspectiva y abren la puerta al desarrollo de medicamentos para combatir las náuseas en embarazadas. Experimentos con ratones indican que la exposición previa al GDF15 puede aumentar la tolerancia, proporcionando una vía potencial para el tratamiento. Este avance no solo puede ayudar a resolver el problema, sino también a concienciar sobre la realidad de la hiperémesis gravídica.

En España, donde históricamente se ha tratado la hiperémesis gravídica con rehidratación, medicación contra el vómito y aislamiento de la paciente, los hallazgos de Fejzo podrían cambiar la forma en que se aborda esta enfermedad. La medicina del siglo XX solía atribuir los vómitos excesivos a causas psicológicas, y el aislamiento de las pacientes era una práctica común. Aunque la medicina ha evolucionado desde entonces, la hiperémesis gravídica sigue siendo una enfermedad poco comprendida y subestimada.

Aunque queda trabajo por hacer, el futuro parece prometedor y abre la puerta a la posibilidad de tratamientos más efectivos y, finalmente, a cambiar la percepción de esta enfermedad que ha afectado a mujeres durante décadas. La ciencia avanza, y la lucha contra la hiperémesis gravídica está en camino hacia un nuevo horizonte de comprensión y tratamiento.