La formación en gestión, clave para la farmacia

El mercado actual en el que se desenvuelve la oficina de farmacia es altamente competitivo. La progresiva irrupción de las nuevas tecnologías en nuestro día a día ha hecho que muchas empresas se vean obligadas a redefinir su estrategia. Y para impulsar ese cambio es clave la formación en gestión empresarial de los profesionales farmacéuticos. 

¿Por qué es importante tener un plan de formación en gestión en nuestra farmacia? Para empezar, debemos fijar un concepto básico que muchas veces no se tiene en cuenta: el plan de formación no es un fin, sino que es una herramienta, un medio. Por tanto, el objetivo no debe ser “acabar un curso” para obtener un certificado.

El plan de formación en gestión, como elemento estratégico, nos debe ayudar a: 

•    Facilitar los cambios organizativos en la farmacia, de tal modo que nos ayuden a alcanzar los objetivos y a mejorar los resultados.
•    Potenciar la mejora del desempeño profesional del equipo.
•    Contribuir a la creación de la cultura empresarial (entendido como el conjunto de normas, valores, creencias, formas de actuar y pensar que comparten los miembros del equipo, y debería basarse siempre en el respeto, la tolerancia, el esfuerzo, la confianza y la motivación).

¿En qué áreas debería centrarse?

El paciente actual requiere de la farmacia y su equipo la capacidad de hacer frente a retos clave, como la gestión en tiempo real de la solución a sus problemas, la aplicación de la omnicanalidad y la eficiencia de los procesos de manera efectiva y, sobre todo, una personalización del servicio como espacio de salud. En definitiva, quiere proximidad, conducta predictiva, flexibilidad y una mayor inversión e inmersión tecnológica.

Para ello, se debe profundizar en las diversas técnicas y habilidades humanas necesarias para gestionar la farmacia que el nuevo paciente demanda; entender el impacto de la experiencia de paciente y cliente; aprender a analizar su ciclo de vida y dominar las herramientas y metodologías para entender el feedback y mejorar así su experiencia en los distintos puntos de contacto con la farmacia.

Además, habrá también que desarrollar las habilidades de gestión de equipos y personas fundamentales para el éxito en la gestión del cliente interno, liderando así una nueva cultura de experiencia de paciente excelente.