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Principales enfermedades que pueden surgir tras la DANA

Las inundaciones y el estancamiento de agua tras el temporal elevan el riesgo de enfermedades infecciosas y respiratorias.

Principales enfermedades que pueden surgir tras la DANA

Escrito porRedacción MF

Publicado: 05 noviembre 2024

Tras el paso de la DANA, el riesgo de enfermedades infecciosas y respiratorias aumenta significativamente debido a la exposición de la población a aguas contaminadas, materia en descomposición y condiciones de humedad prolongada. Las lluvias intensas y las inundaciones crean un entorno propicio para la proliferación de patógenos que pueden afectar tanto a los habitantes de las zonas afectadas como a los voluntarios que colaboran en las tareas de limpieza y reconstrucción. Conocer las principales enfermedades que pueden surgir en estas situaciones y saber cómo prevenirlas es fundamental para los profesionales de la salud y, en particular, para los farmacéuticos, quienes pueden orientar a los ciudadanos en la protección y tratamiento de estas infecciones.

Enfermedades gastrointestinales

Una de las consecuencias más frecuentes de las inundaciones es el brote de enfermedades gastrointestinales, como la gastroenteritis, provocada principalmente por la bacteria escherichia coli y otros patógenos que proliferan en aguas contaminadas. La ingestión accidental de agua o alimentos contaminados por estas bacterias puede causar síntomas como diarrea, fiebre, náuseas, vómitos y dolor abdominal. En estos casos, se recomienda mantener una hidratación adecuada y utilizar soluciones de rehidratación oral para evitar la deshidratación, además de extremar las medidas de higiene.

Tétanos

Por otra parte, el tétanos es otra enfermedad grave que puede surgir tras la DANA. Esta infección se produce cuando bacterias presentes en la tierra y el lodo contaminado ingresan al organismo a través de heridas abiertas. La enfermedad afecta el sistema nervioso y produce síntomas como espasmos musculares, especialmente en la mandíbula y el cuello, así como rigidez muscular generalizada. La vacunación antitetánica es crucial en estas circunstancias, sobre todo para quienes realizan labores de limpieza en zonas afectadas. 

Leptospirosis

Además, la leptospirosis es una infección bacteriana que se transmite a través del contacto con agua contaminada por la orina de animales infectados. Los síntomas incluyen fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, escalofríos y, en algunos casos, problemas respiratorios y hepáticos. La gravedad de esta enfermedad varía, pero en situaciones de emergencia como la sufrida recientemente, donde las personas pueden estar en contacto directo con aguas estancadas, el riesgo de contagio aumenta. La prevención se centra en evitar el contacto con aguas estancadas y utilizar equipo de protección adecuado.

Enfermedades respiratorias

Asimismo, el moho y las esporas que proliferan en viviendas afectadas por la humedad representan un peligro adicional para la salud respiratoria. A medida que el agua se evapora y el barro comienza a secarse, se generan partículas que pueden ser inhaladas y provocar afecciones respiratorias como asma, bronquitis y otras infecciones. Es crucial ventilar adecuadamente los espacios y, en la medida de lo posible, utilizar mascarillas para minimizar la exposición al moho, especialmente en poblaciones vulnerables como niños, ancianos y personas inmunodeprimidas.

Enfermedades vectoriales

El estancamiento del agua también puede favorecer la reproducción de mosquitos, que transmiten enfermedades como el dengue. Aunque el riesgo de dengue autóctono es bajo en estas zonas, la proliferación de mosquitos tras el paso de la DANA requiere atención. La utilización de repelentes y la eliminación de aguas estancadas son medidas preventivas que pueden ayudar a reducir el riesgo de transmisión de enfermedades transmitidas por vectores.

Hepatitis A

Otro de los focos de infección que preocupan son los posibles contagios por el virus de la hepatitis A, que se propaga principalmente cuando una persona no infectada (y no vacunada) ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada. La OMS informa que la patología está muy asociada al consumo de agua y alimentos insalubres, el saneamiento deficiente, la mala higiene personal y el sexo bucoanal. Condiciones que actualmente se están dando en algunas zonas afectadas por el paso del temporal.