Qué hacer cuando te da un golpe de calor

Son muchos los que esperan con ansia la llegada del buen tiempo, algo que cada vez se adelanta más y que va superando récords en los termómetros. Es por ello que en los últimos años las alertas por altas temperaturas se han hecho frecuentes, lo que supone un gran riesgo en la salud de las personas, que pueden llegar a sufrir lo que se conoce como golpe de calor.

El cuerpo humano se encuentra a aproximadamente a unos 36ºC, y cuando esta temperatura sube, intenta regularse mediante mecanismos como el sudor. Sin embargo, cuando la temperatura corporal aumenta por encima de los 40ºC es cuando se produce un golpe de calor, una circunstancia en la que todos los mecanismos regulatorios dejan de funcionar.

Las personas más vulnerables a los golpes de calor, según explican desde el Ministerio de Sanidad de España, son los mayores de 65 años, lactantes y menores de 4 años, embarazadas o con enfermedades crónicas (diabetes, obesidad, cardiovasculares…), además, realizar un esfuerzo físico expuesto a altas temperaturas, como trabajando o entrenando, aumentan las probabilidades de sufrir uno de estos episodios. 

Los golpes de calor son peligrosos, pues pueden provocar desde daños cardiacos, neurológicos, musculares o renales, hasta incluso la muerte. Por ello, es tan importante prevenirlos y, en caso de encontrarse con un caso de estos, saber actuar con urgencia.

Síntomas de un golpe de calor

Las personas que están sufriendo un golpe de calor suelen presentar algunos de estos síntomas:

•    Sudoración excesiva inicial, que luego cesará.
•    Mareo y desorientación.
•    Náuseas y vómitos.
•    Fiebre por encima de 39,4ºC, que puede llegar incluso a los 41ºC.
•    Confusión y dificultades para hablar.
•    Piel caliente y enrojecida.
•    Aceleración del ritmo cardiaco con latido débil.
•    Dolor de cabeza.
•    Alucinaciones.
•    Respiración acelerada.
•    Comportamientos extraños o irritabilidad.
•    Ataques con convulsiones.
•    Desmayo.

Cómo actuar en caso de un golpe de calor

Lo más importante ante los síntomas de un golpe de calor es actuar con rapidez para evitar daños mayores. Los expertos recomiendan:

•    Llamar inmediatamente a emergencias 112.
•    Mientras llega la ayuda, colocar a la persona en un lugar fresco y a la sombra y tumbarla con los pies en alto.
•    Intentar bajar su temperatura quitándole ropa, con paños fríos, ventilador o con un baño de agua fría.
•    Procurar que beba agua a pequeños sorbitos.
•    Controlar su temperatura cada 15 minutos hasta que lleguen los servicios de emergencias.

Consejos para prevenir un golpe de calor

Ante las altas temperaturas, hay algunos consejos sencillos que podrían ayudarte a evitar los golpes de calor. El Ministerio de Sanidad insiste en un decálogo de recomendaciones generales que son las siguientes:

•    Bebe agua y líquidos de manera frecuente, aunque no tengas sed.
•    Evita el alcohol, las bebidas con cafeína o muy azucaradas, pues pueden promover la deshidratación.
•    Presta especial atención a las personas mayores, a los niños, embarazadas o lactantes, o a aquellos que padecen enfermedades que pueden agravarse con el calor, como pueden ser las enfermedades cardiacas, renales, hipertensión, diabetes, obesidad, demencia o cáncer, entre otras.
•    Intenta pasar la mayor parte de tu tiempo en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
•    Reduce tu actividad física y evita hacer deporte al aire libre en las horas centrales del día.
•    Utiliza ropa ligera, clara, holgada y que permita la transpiración.
•    No dejes a personas dentro de un vehículo estacionado y cerrado, es muy peligroso.
•    Coloca tus medicinas en lugares frescos y a la sombra para evitar que se altere su composición y pierda sus efectos.
•    Contacta con tu profesional sanitario en el caso de que tengas síntomas relacionados con las altas temperaturas y que se prolonguen más de una hora.
•    Realiza comidas ligeras y que te aporten las sales perdidas por el sudor, como ensaladas, verduras, frutas…

Además, no hay que olvidar que el sol también es el causante de enfermedades dermatológicas, como el cáncer de piel o melanoma. Por tanto, desde la farmacia es importante seguir reforzando la labor de concienciación sobre la importancia de protegerse del sol con sombreros o gorras, hidratarse bien y aplicarse protector solar de SPF 50+ todos los días del año, incluso si está nublado.