Atrás Fármacos y olas de calor: estos son los que aumentan el riesgo de deshidratación y golpes de calor

Fármacos y olas de calor: estos son los que aumentan el riesgo de deshidratación y golpes de calor

El calor extremo puede cambiar los efectos de algunos tratamientos farmacológicos, aumentando el riesgo de deshidratación y golpes de calor. Conoce cuáles son para evitar riesgos.

Letrero de farmacia marca altas temperaturas

Escrito porRedacción MF

Publicado: 27 julio 2023

Son varias las olas de calor que hemos tenido en lo que va de verano, pero además de protegerse de las altas temperaturas para evitar golpes de calor, también hay que tener en cuenta que ciertos medicamentos pueden provocar efectos no deseados en aquellos que los toman. Así lo recoge el Protocolo de Actuaciones de los Servicios Sanitarios ante una Ola de Calor, realizado por el Ministerio de Sanidad de España.

“En función de su mecanismo de acción, determinados medicamentos pueden alterar la adaptación del organismo a las altas temperaturas, máxime si entran en juego factores de riesgo como la edad extrema (lactante, niño, persona de edad avanzada), la necesidad de polimedicación o las patologías crónicas”, exponen desde la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC). Esta alteración puede agravar algunos síntomas y puede incluso incrementar el riesgo de sufrir un golpe de calor o una hipertermia.

Las personas de edad avanzada o con patologías subyacentes son más vulnerables, por lo que son colectivos a los que desde la farmacia hay que prestar especial atención cuando hay olas de calor y plantearles, en caso de que sea necesario y siempre por un profesional sanitario, la adaptación del tratamiento para evitar los efectos adversos derivados del calor.

Medicamentos susceptibles de agravar los golpes de calor y la deshidratación

Según el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) son varios los grupos de fármacos pueden incrementar el riesgo de sufrir el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor, como son:

•    Diuréticos: especialmente los diuréticos del asa (furosemidas), pueden causar trastornos de la hidratación y problemas electrolíticos.

•    Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): ya sean los AINE clásicos, como los salicilatos en dosis superiores a 500 mg/día, y los inhibidores selectivos de la COX-2. Son medicamentos que pueden alterar la función renal.

•    Inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA): son los que se suelen usar para tratar la hipertensión arterial y la insuficiencia cardiaca sintomática. Pueden provocar también la alteración en el correcto funcionamiento renal.

•    Algunos antibióticos: especialmente las sulfamidas. Podrían generar alteraciones renales.

•    Algunos antivirales: especialmente el indinavir. Que también puede interferir en la función renal.

•    Medicamentos con un perfil cinético: pueden resultar afectados por la deshidratación, como los que contienen sales de litio, antiarrítmicos, digoxina, antiepilépticos, algunos antidiabéticos (biguanidas y sulfonamidas/ sulfonilureas) o hipocolesterolemiantes (estatinas y fibratos).

•    Fármacos que pueden impedir la pérdida calórica por acción en diferentes niveles: medicamentos que alteran la termorregulación central o periférica, como los neurolépticos, agonistas serotoninérgicos, antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos H1 de primera generación, algunos antiparkinsonianos (trihexifenidilo, biperideno…), varios antiespasmódicos (tiemonio, dihexiverina…), neurolépticos, antiarrítmico (disopiramida) o antimigrañoso (pizotifeno).

•    Vasoconstrictores periféricos: que limitan la respuesta vasodilatadora que regula la temperatura. Entre ellos: los agonistas y aminas simpaticomiméticas utilizadas en el tratamiento de la congestión nasal, de la hipotensión ortostática y algunos antimigrañosos.

Desde la farmacia hay que intentar informar a los pacientes de estos riesgos para evitar efectos adversos de los medicamentos por el calor y aconsejar que en caso de duda consulte con su médico para una adaptación del tratamiento. Además, también es conveniente dar a conocer los signos y síntomas de la deshidratación y los golpes de calor, así como recomendaciones para evitarlos.