¿Qué implica que un champú no tenga sulfatos?

El cabello se ha convertido en un signo de identidad personal, pero lo que muchos no saben es que también es un indicador de buena salud. En muchas ocasiones habremos escuchado la expresión “somos lo que comemos” y, ciertamente, la nutrición es uno de los muchos factores que afectan a nuestro pelo. Sin embargo, la forma en la que lo lavamos también puede afectar a su estado y es este motivo que ha llevado a los investigadores a estudiar los ingredientes se emplean en uno de los productos más utilizados para su cuidado: el champú. 

Pero antes que nada ¿qué son estos sulfatos y qué hacen realmente? Los sulfatos, como el lauril sulfato de sodio (SLS) o el laureth sulfato de sodio (SLES), son los principales responsables de generar la espuma que arrastra la suciedad del cabello. Sin embargo, estos ingredientes a menudo eliminan los aceites naturales del cuero cabelludo, lo que en ocasiones puede provocar sequedad, irritación o sensibilidad en la piel. 

Los champús sin sulfatos suelen ser más suaves y menos irritantes, ayudando a preservar los aceites naturales del pelo, mantenerlo hidratado y protegido, resultando en un cabello más suave y brillante. 

Este tipo de champús suelen fabricarse con tensioactivos naturales a base de soja, coco, palma, o extractos de plantas como el aloe vera, la manzanilla y el romero, lo que los hace una opción más respetuosa con el medioambiente. 

Pero, ¿cuáles son los principales beneficios de utilizar un champú sin sulfatos? Entre ellos, podemos destacar los siguientes: 

• Las propiedades naturales del pelo no se alteran.
• Mejora la salud del cuero cabelludo.
• Aporta brillo y color.
• Menor irritación del cuero cabelludo.
• Mayor retención de la humedad.
• Reduce el encrespamiento. 
• Contribuyen a reducir el impacto medioambiental.