La Farmacia, unida por un mundo más saludable

Llega septiembre y, con él, empieza un nuevo curso lleno de retos que afrontar para seguir promoviendo la profesión farmacéutica y satisfaciendo las necesidades de la ciudadanía en materia sanitaria. Retos a los que únicamente se puede hacer frente desde la unión de los diferentes profesionales que, desde el mostrador, atendemos a diario a todos aquellos pacientes que recurren a nosotros en busca de nuestro consejo experto.

Y es la unión precisamente la esencia del lema que la Federación Farmacéutica Internacional (FIP) ha propuesto este año para la celebración del Día Mundial del Farmacéutico. 

Bajo la consigna “La Farmacia, unida por un mundo más saludable”, el próximo 25 de septiembre los pondremos en valor las contribuciones que llevamos a cabo para el cumplimiento del ODS número 3 de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.

Este objetivo se centra en garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades, algo que es esencial para el desarrollo sostenible.

Es incuestionable el impacto positivo que el farmacéutico ejerce en la salud de la población en cualquier parte del mundo, no solamente a la hora de dispensar la medicación necesaria, sino también en materia de asesoramiento, concienciación y prevención de patologías, administración de vacunas -en los países donde es posible-, adopción de hábitos de vida saludables o apoyo para dejar de fumar.

Estos son solo algunos ejemplos de las muchas tareas que se pueden llevar a cabo desde la botica, ya que estamos hablando de un profesional de la salud altamente cualificado, cuya labor se ha convertido ya en la puerta de entrada al sistema sanitario.

Como ya sabemos, la unión hace la fuerza y, por supuesto, la profesión farmacéutica no queda exenta de ello. Es por esto que, entre todos, debemos fortalecer aún más la solidaridad entre la profesión para continuar avanzando y superando cualquier obstáculo que lo impida.

Permanecer unidos es esencial para que los pacientes puedan seguir recibiendo lo mejor de nosotros mismos. Porque es su salud, en definitiva, la razón de ser de nuestro infatigable trabajo.