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Un consumo excesivo y prolongado de suplementos alimenticios es perjudicial

Estos productos sirven para aportar las cantidades adecuadas de vitaminas, minerales u otras sustancias necesarias para la dieta.

Un consumo excesivo y prolongado de suplementos alimenticios es perjudicial

Escrito porRedacción MF

Publicado: 31 mayo 2024

Están de moda y se consumen mucho: los suplementos alimenticios ya están en la vida de 7 de cada 10 españoles, según una encuesta del año pasado. El 40% señala también que añade vitaminas a su dieta habitual, y otro 20% recurre a complementos de omega 3, probióticos y productos para deportistas. Pero su generalización a veces conlleva un papel predominante de estos en la dieta, y puede tener efectos contraproducentes. En especial si ese exceso de suplementos se mantiene en un largo periodo de tiempo.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) hace especial hincapié en sensibilizar a la población respecto el consumo racional de estos productos. Que, hay que recordar, son no farmacológicos y se pueden adquirir sin prescripción. Por eso, la autoridad recomienda vigilar mucho la adquisición de estos a través de portales web y, en cualquier caso, consultar siempre a los profesionales. En especial si se padece de alguna enfermedad, si se toma medicación o si se va a someter a una cirugía.

De ahí que la AESAN actualice un documento en el que especifica los niveles máximos de ingesta admisible, por adulto, para suplementos de vitaminas y minerales analizados por la agencia europea, la EFSA. El último hace referencia a finales de mayo y en él se indica la cantidad tope de suplementos muy populares, como el magnesio (250 mg al día), o algunas vitaminas, como la C o la D (100 microgramos). Estos son, además, los productos más consumidos en nuestro país, según una encuesta a nivel europeo publicada en 2023.

Consecuencias de la sobredosis

Las consecuencias de excederse en el consumo y llevar a sobredosis puede derivar, en el caso del exceso de magnesio (más de 5 gramos en un día), a distintos problemas de salud. Los más leves están vinculados a la somnolencia, la pérdida de reflejos, el rubor facial y, en casos extremos, la parálisis y la muerte. Aunque también es origen de otras patologías de gravedad como la hipocalcemia que, a su vez, puede ocasionar trastornos de depresión, convulsiones o arritmias cardiacas.

Respecto a excederse en la ingesta de vitaminas como la C, cuya cantidad no debería sobrepasar los 90 mg diarios (aunque se pueden ingerir hasta 2.000 mg al día antes de empezar a notar efectos perjudiciales). La toma sin medida hace que la persona experimente cansancio, problemas renales y carencias de vitamina B12. Especialmente importante es en personas que sufran de gota, cirrosis y ciertas enfermedades renales.

Por último, en el caso de la vitamina D, lo ideal sería consumir unos 15 microgramos diarios, sin superar nunca los 100 microgramos. No obstante, los expertos coinciden en que hay poca probabilidad de que surjan síntomas por un consumo superior a esta cantidad, siempre que no se sobrepasen los 250 microgramos al día. Esta sustancia es especialmente peligrosa en caso de sobredosis, ya que aumenta los niveles de calcio en la sangre; conjuntivitis; dolor; fiebre y escalofríos; vómitos y pérdida de peso. Y, al igual que con la C, es causante en tomas excesivas de enfermedad renal, una patología crónica que puede causar la muerte.

De ahí que los expertos subrayen que con una dieta equilibrada debería ser más que suficiente para obtener todas las vitaminas y minerales necesarios. A eso se suma el llevar una vida sana, hacer ejercicio y, en caso de consumir alguno, leer bien las instrucciones de uso proporcionadas en el envase.