Los ultraprocesados, una amenaza a nuestro alcance
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Consejo nutri
Los ultraprocesados, una amenaza a nuestro alcance
¿Nos pasamos el día consultando apps de nutrición para saber si los alimentos que compramos son sanos o no? Si es así, algo
está fallando. Y es que cuantos más códigos de barras compramos, más riesgo tenemos de
no estar consumiendo comida real.
Escrito porRedacción MF
Publicado: 03 octubre 2022
En pocos años los productos ultraprocesados han ganado mucho terreno en la alimentación de los españoles. En el caso de Estados Unidos, hay estudios que dicen que son ya el 67% de lo que comen. Si en nuestro país no le ponemos remedio, también nos encontraremos con esta situación en breve.
Es una pena que en España, donde tenemos una materia prima extraordinaria y la mejor dieta, aumenten estos productos. Esto supone un perjuicio doble, no solo por lo que comemos, sino por lo que dejamos de comer.
Son alimentos de fácil consumo, baratos, disponibles en cualquier momento, hiperpalatables y adictivos.
Es fácil recordar aquellas patatas fritas o pizza que no puedes parar de comer hasta que no se han terminado. La industria alimentaria, que hace muchos estudios de mercado antes de sacar un producto, busca el llamado bliss point. Este es el punto de felicidad mágico que hace que el consumidor sienta placer al consumirlos.
Cuando degustamos estos alimentos se activa el sistema de recompensa cerebral liberando pequeñas dosis de dopamina que guía a tu mano a volver a comerlos. El problema es que, además, son alimentos muy pobres nutricionalmente, con gran contenido en azúcar, sal, harinas refinadas, grasas de mala calidad, aditivos...
En definitiva, un cóctel poco nutritivo y alto en calorías.
Siendo directos, no existen ultraprocesados buenos, son todos malos. Y, como es lógico, los hace peores la cantidad y la frecuencia con las que se consuman. Su ingesta se ha asociado a mayor riesgo de cáncer, hipertensión, diabetes, depresión y obesidad.
Según los datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) esto ya afecta al 53% de los españoles (22% obesidad y 31% sobrepeso). Aunque la obesidad es una enfermedad multifactorial, se está viendo que aumenta proporcionalmente con el mayor consumo de estos alimentos. Y no es una casualidad que las cifras más altas se den en las clases más desfavorecidas, al ser más barato un bollo que una pieza de fruta.
Cómo distinguir los ultraprocesados
- Alimentos mínimamente procesados. Están preparados para facilitar su consumo. Es el caso de, por ejemplo, frutos secos sin cáscara (nueces, almendras, avellanas...) y de hortalizas o verduras listas para consumir o preparar (lechu- gas lavadas y cortadas en bolsa), sin ingredientes añadidos de ningún tipo.
- Alimentos sometidos a algún tipo de tratamiento. Se han visto afectados por algún proceso tecnológico. Sería el caso de alimentos congelados o ya cocidos, como latas de conservas (latas de atún u otros pescados), verduras congeladas, etc.
- Alimentos con ingredientes añadidos. Incorporan ciertos añadidos que alteran o mejoran sus propiedades con el fin de potenciar su sabor o apariencia. Es el caso de edulcorantes, colorantes y conservantes, muy usuales en, por ejemplo, salsas ya preparadas.
- Alimentos muy procesados. Aptos para su consumo inmediato que han sido sometidos a un alto nivel de procesamiento. Por ejemplo, galletas, dulces, patatas fritas chips, cereales, embutidos.
- Alimentos altamente procesados. Platos listos para introducir en el microondas o el horno.