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Combatir la resistencia a los antibióticos desde la Farmacia

La resistencia a los antibióticos es un problema global que amenaza la eficacia de los tratamientos médicos y pone en peligro la salud pública. 

Combatir la resistencia a los antibióticos desde la Farmacia

Escrito porRedacción MF

Publicado: 17 noviembre 2023

Según el último informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) una de cada cinco infecciones bacterianas se resisten al tratamiento de antibióticos. Esta resistencia es la responsable directa de 79.000 muertes al año en países pertenecientes a la organización. 

Solo en España fallecen cerca de 4.000 personas debido a infecciones provocadas por bacterias resistentes según un informe de la AEMPS

En el 2023, se ha observado un aumento del 25% en los casos de infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos en comparación con el año anterior. Esto se traduce en un aumento sustancial de la carga sobre el sistema de salud, ya que los tratamientos convencionales son cada vez menos efectivos.

Además, se ha identificado un aumento del 15% en las tasas de mortalidad relacionadas con infecciones resistentes a los antibióticos. Este incremento en las cifras de mortalidad destaca la gravedad de la situación y la necesidad urgente de abordar este problema.

El papel crucial del farmacéutico

Aunque tradicionalmente se ha asociado la lucha contra la resistencia antibiótica con la práctica médica, desde las farmacias también desempeñamos un papel crucial en la formación y prevención. Desde el mostrador de la farmacia, podemos marcar la diferencia educando a los pacientes y promoviendo prácticas responsables en el uso de antibióticos. Te explicamos cómo:

1. Concienciación y educación del paciente

Las farmacias son puntos de acceso frecuentes para los pacientes, y los farmacéuticos tienen una posición única para educar y concienciar sobre la resistencia antibiótica. La formación debe centrarse en explicar qué es la resistencia antibiótica, cómo se desarrolla y por qué es tan preocupante. 
Se pueden distribuir folletos informativos y llevar a cabo charlas breves en la farmacia para informar a los pacientes sobre la importancia de seguir las indicaciones del médico y completar los ciclos de antibióticos. Otra forma de llegar a tus pacientes es a través de contenido digital como infografías o vídeos en directo para resolver sus dudas. 

2. Promoción de prácticas responsables

Una de las principales causas de la resistencia antibiótica es el uso indebido de antibióticos. Los farmacéuticos pueden desempeñar un papel crucial al garantizar que los pacientes comprendan la importancia de tomar la dosis completa según las indicaciones del médico, incluso si los síntomas desaparecen antes. 
Además, se puede destacar la importancia de no compartir antibióticos y de no automedicarse, alentando a los pacientes a consultar siempre con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento.

3. Alternativas a los antibióticos

Otra área en la que los farmacéuticos pueden formar es en la promoción de alternativas a los antibióticos. La fitoterapia, los probióticos y otras terapias complementarias pueden ser opciones válidas para ciertas condiciones. Es esencial que los farmacéuticos estén informados sobre estas alternativas y puedan guiar a los pacientes hacia opciones que no contribuyan a la resistencia antibiótica.

4. Detección de prescripciones inapropiadas

Los farmacéuticos pueden colaborar con los médicos para asegurarse de que las prescripciones de antibióticos sean apropiadas. Si se observa una prescripción que parece innecesaria o incorrecta, los farmacéuticos pueden comunicarse con el médico para discutir la situación y explorar opciones más adecuadas. Esta colaboración puede ayudar a prevenir el uso innecesario de antibióticos y reducir la presión selectiva que impulsa la resistencia.

5. Monitoreo de la adherencia al tratamiento

El seguimiento de la adherencia al tratamiento es esencial para evitar el desarrollo de resistencia. Los farmacéuticos pueden desempeñar un papel activo al asegurarse de que los pacientes comprendan la importancia de seguir el tratamiento prescrito y al monitorear de cerca su cumplimiento. Además, ofrecer apoyo y responder a las preguntas de los pacientes puede mejorar la confianza en el tratamiento y reducir la probabilidad de interrupciones prematuras.

En definitiva, las farmacias tienen un papel vital en la lucha contra la resistencia antibiótica. La formación desde el mostrador puede marcar la diferencia al mejorar la concienciación del paciente, promover prácticas responsables en el uso de antibióticos y colaborar con otros profesionales de la salud para garantizar prescripciones adecuadas.

A medida que la resistencia antibiótica continúa siendo una amenaza significativa, el compromiso activo de las farmacias es esencial para proteger la eficacia de los tratamientos y salvaguardar la salud pública.